Lleida prepara la bienvenida a las grandes superficies comerciales
Tres grupos de la oposición en el Ayuntamiento (CiU, ERC-Avancem y la Crida per Lleida-CUP) han presentado un recurso contencioso administrativo contra el proceso de adjudicación de cuatro estudios comerciales que el alcalde, Àngel Ros encargó en diciembre. Es la última escaramuza de la batalla de Torre Salses, crucial en la guerra que decidirá el modelo comercial de Lleida. Los estudios comerciales fueron encargados por el alcalde a finales de diciembre, tras retirar del pleno –ante las escasas garantías de su aprobación– el expediente para agilizar el proyecto de un área de medianas superficies comerciales en Torre Salses. Ros aceptó la redacción de los estudios sobre el nuevo modelo comercial antes de aprobar el proyecto de Torre Salses, pero la Paeria tiene dos planes más que supondrían un revulsivo para una capital sin apenas grandes áreas comerciales: un nuevo Carrefour y el complejo comercial de Vallrufea, que establecería un nuevo eje junto a la antigua N-II, hoy LL-11.
La oposición quiere los estudios comerciales, pero exige que se adjudiquen mediante concurso público y no se dividan para adjudicarlos directamente. El equipo de gobierno considera que se trata de una maniobra “obstruccionista”. El debate sobre el modelo comercial de la Lleida del siglo XXI aún no ha se ha iniciado –faltan las conclusiones de los informes– pero ya se advierte una polarización de las posturas. PSC, Ciutadans y PP creen que aprobar Torre Salses es una buena oportunidad, mientras que la oposición duda del impacto de las grandes superficies en el pequeño comercio.
Para el alcalde “Lleida tiene una carencia histórica y reconocida de metros cuadrados de superficie comercial por habitante, de sólo 14, cuando la media catalana es de 200”. Sobre el proyecto de Torre Salses, que incorpora 500 pisos de protección oficial, opina que “es una pieza clave para consolidar la relación entre los barrios de la Bordeta, Magraners y Cappont”. El PSC ha apoyado el proyecto ante las asociaciones de vecinos. La Generalitat no se opone al formato comercial de Torre Salses y la semana pasada recibió el visto bueno de la dirección general de Comerç, aunque aún falta la aprobación de la comisión de Urbanisme, cuyo director general, Agustí Serra, expresa sus dudas: “No está bien justificado cómo se absorberá la movilidad que supondrá este sector; tampoco queda clara la viabilidad económica desde el punto de vista urbanístico”.