Feminismo musulmán
FATIMA MERNISSI (1940-2015) Escritora, ensayista y socióloga marroquí
Nací en 1940 en un harén de Fez, ciudad marroquí del siglo IX, a 5.000 kilómetros al oeste de La Meca y a 1.000 kilómetros al sur de Madrid, una de las capitales de los feroces cristianos”. Fatima Mernissi, fallecida ayer en Rabat, a sus 75 años, siempre orgullosa de los peligrosos –en el Magreb– títulos de socióloga y feminista, presentaba con esa punta de ironía su Rêves de femmes, une enfance au harem (Sueños de mujeres, una infancia en el harén; Albin Michel/ Le Fennec, 1994), cuya trama onírica, en la línea de Las mil y una noches, y su mezcla de retrato sociológico y denuncia, con la ficción como pantalla, lo convertirá en best seller.
Una niña descubre su lugar en el mundo y especialmente las fronteras (hûdûd) que le ha fijado la sociedad patriarcal. Escrita originalmente en inglés, su autobiografía –y ensayo y relato– será traducida en veinticinco idiomas.
Popular por su incursión en la fantasía y respetada por su bibliografía científica y política, en árabe y en francés, con algunos títulos traducidos en castellano por Guadarrama, El Aleph Editores y Aguilar (El amor en el Islam, 2008, también como libro electrónico), Mernissi era sin embargo más tolerada que distinguida en el mundo árabe oficial.
De hecho, sus únicos dos lauros importantes, el Príncipe de Asturias de las letras que compartió en el 2003 con Susan Sontag, y también el Erasmus que recibió el año siguiente, le fueron concedidos fuera de su país.
Pero su atípica trayectoria de universitaria y su lucha por los derechos de la mujer en el mundo árabe le valieron en esa vasta y conflictiva parte del mundo una popularidad sin fallas, aunque restringida naturalmente al sector que lee.
“Se extinguió en silencio –escribía la tarde de ayer Youssef Ait Akd, colaborador de Le Monde Afrique–, ella, que llenaba el mundo con su risa, con su carisma y con la violencia de su denuncia”. Un icono, coinciden otras necrológicas, que la califican de “una luz árabe, inspiradora de personalidades como la periodista egipcia y americana Mona Eltahawy o, sobre todo, Amina Wadud, referencia del feminismo musulmán”.
Mernissi, alumna de una de las primeras escuelas mixtas de Marruecos, estudió luego letras en Rabat. Una beca le permitió completar sociología en La Sorbona, en París, y otra, de la propia Sorbona, doctorarse en 1974 en la universidad norteamericana de Brandeis (Massachusetts).
Su tesis: “Las profundas coerciones a la libertad de las mujeres en los países que se dicen musulmanes no se fundan en fuentes escritas, en el Libro, sino en formas de control, teorizadas en una segunda época del islam, especialmente bajo la dinastías de los Omeyas”. Es la base de su primer libro, Beyond the Veil, publicado en 1975 y que rápidamente se convierte, en Estados Unidos, en un clásico de los llamados estudios de género.
A pesar del aura intelectual que le otorga ese libro, deja Estados Unidos y desde 1940 su vida y su trabajo se centran en Marruecos, como catedrática de la Universidad Mohammed V de Rabat y figura importante de la vanguardia cultural. Reconocida por sus pares, sufrió sin embargo la soledad y la persecución integrista, que transformó en motor de su escritura. Por ejemplo, en 1987, su El harén político la convirtió en blanco de los islamistas marroquíes porque como socióloga demostraba que el mensaje de Mahoma fue “falsificado por la misoginia del sucesor, el califa Omar”.
Un poeta importante, Mohammed Bennis, la calificó, ayer, de “voz que resonó más allá de la sociología porque abrió ventanas a la cultura árabe e islámica; batalló para ganar su sitio en la cultura marroquí y defendió, siempre, la libertad, la creación y el amor”.