En la ciudad gana el coche
Seguimos usando más el coche y lamo toque los transportes públicos para movernos por ciudades y áreas metropolitanas. Por ejemplo, por motivos de trabajo, los viajes a pie yen
bicicleta suponen, de media, un 25,0%, mientras que los viajes en coche constituyen el 60,8% yen transporte público, el 13,6%. El uso del vehículo privado desciende hasta un 36,7% cuando el viaje no es por motivos de trabajo, yenes os casos aumentan un 53,6% los viajes a pie o en bicicleta, según el informe de 2013 del Observatorio de la
Movilidad Metropolitana, publicado en 2015, en el que se analiza el transporte en diecisiete áreas metropolitanas, como Madrid, Barcelona, Se villa, Mall orca, Zaragoza, Giro na, La Coruña y León.
En el urbanismo del siglo xx, las ciudades estaban diseñadas para el uso del coche, pero cada día son más las urbes que han decidido reducir drásticamente el uso del vehículo privado y optar por soluciones menos dañinas para el medio ambiente. El objetivo ya no es que los ciudadanos opten por el transporte público u otros medios como la bicicleta, sino que la oferta de transporte público se adapte alas necesidades actuales de las personas y, sobre todo, que sea eficiente y menos contaminante.
Muchas ciudades, como Barcelona, Madrid o Valencia, tienen ya sistemas de alquiler de
bicicletas urbanas y se han mejorado las flotas de los autobuses. Por ejemplo, el pasado mes de marzo, el Área Metropolitana de Barcelona presentó un bus totalmente eléctrico en las líneas del Baix Llobregat y de L’Hospitalet. Ya se ha hecho uso de las nuevas tecnologías para lograr una mejor gestión del transporte urbano, y se siguen utilizando.