Temores confirmados
Los expertos auguran un repunte, pero dudan de su vigor
La conjugación del duro invierno y la fortaleza de dólar –con el consiguiente agujero del comercio exterior– provoca que la economía estadounidense decrezca un 0,7% durante el primer trimestre del año.
Peor de lo que se temían los analistas. La conjugación del duro invierno y la fortaleza de dólar –con el consiguiente agujero del comercio exterior– provocó que la economía estadounidense decreciera un 0,7% durante el primer trimestre del año en curso.
De esta manera se registra el tercer retroceso en el cálculo del producto interior bruto (PIB) anualizado desde que oficialmente se dio por superada la reciente gran recesión a mediados del 2009. Este resultado llegó como consecuencia de la revisión del dato inicial, publicado el pasado mes por el Departamento de Comercio, que se había situado en un crecimiento del 0,2%.
Ningún experto atisbó en este cambio de tendencia ni el más ligero asomo de caer de nuevo en recesión. Pero sí que abrió los ojos a no pocos que veían una recuperación más robusta. Después de que el 2014 tuviera una primavera y verano con un crecimiento de casi el 5%, los cálculos para este 2015 resultaban muy optimistas.
Algunos reconsideraron sus predicciones y en lugar de un incremento de entre el 3 y el 4% para este año, sus ex- pectativas las rebajaron en torno al 2%.
La contracción repercutió de inmediato en Wall Street. El índice Dow Jones se fue a la baja. Cayó en números rojos. Los que todavía mantenían esperanzas, aunque remotas, de que la Reserva Federal (Fed o banco central de Estados Unidos) revisase su política monetaria en la reunión de junio, dieron por prácticamente imposible que en ese encuentro se acuerde empezar a subir el precio del dinero.
El asunto parece aparcarse al menos para septiembre. Se espera, a partir de las apreciaciones del día a día, que el PIB ofrezca un rebote hacia arriba. Así, Jason Furman, director del consejo de asesores económicos de la Casa Blanca, remarcó que la tendencia económica a medio plazo es sólida.
“La ralentización del primer trimestre es resultado del duro clima inver- nal, la tibia demanda externa y los consumidores que han optado por ahorra los beneficios de los bajos precios del petróleo”, subrayó Furman.
Si bien la rebaja del petróleo se interpreta como un alivio para los ciudadanos, esta circunstancia ha supuesto un revés para el sector energético, que ha reducido inversiones y personal de manera continuada. Sin embargo, añadió Furman, los estadounidenses han optado por ahorrar. El gasto de los consumidores, que supone casi dos tercios de la economía del país, registró un alza del 1,8%, muy por debajo del 4,4 % del último trimestre de 2014.
Desde junio, el abaratamiento del combustible, según el citado cargo, ha caído más de un dolar por galón (3,78 litros), lo que representa un recorte de 700 dólares en impuestos por hogar.
A petróleo barato, el fracking no es rentable. Y, con un dólar fuerte, las manufacturas salen perjudicadas. Las exportaciones bajaron un 7,6% en el primer trimestre al encarecerse el precio de los productos en el exterior. Se espera que la próxima semana se neutralice este dato negativo con un buen informe del paro en mayo. Pronostican que puede ir por debajo del 5,4% de la tasa de desempleo de abril.
El duro invierno y la fortaleza del dólar, que perjudicó la exportación, aparecen como las causas