El voto del cobrador del frac
Un empresario trastoca la campaña del PP de Huelva con el hombre de negro
El más famoso cobrador de deudas a terceros en España, el que va vestido con un frac, se va a convertir en un personaje presente en todos los actos electorales del PP de Huelva. El alcalde y candidato a la reelección, Pedro Rodríguez, tendrá que contar en sus mítines con un seguidor fiel. El más fiel. Y eso que la deuda no es de Perico Rodríguez, sino del coordinador de la campaña electoral y actual portavoz del equipo de gobierno municipal, Francisco Moro.
El cobrador del frac ha sido contratado por un empresario local, Francisco Morato, que reclama una deuda de 30.000 euros al PP. Morato, dedicado a la hostelería y servicios de catering a particulares, empresas e instituciones, asegura que los populares le deben esa cantidad desde la campaña del 2007. Por el servicio de comidas que proporcionó a los populares durante la campaña. La empresa de Morato trabajó en las citas electorales del 2001, el 2003 y el 2007. Las dos primeras las cobró sin problemas, pero la del 2007. “Hace menos de un mes me reuní con Moro y me dijo que no me pagaría. Así que ellos empiezan su campaña y yo la mía para recuperar mi dinero”, manifiesta el empresario. La presencia de un cobrador del frac no es buena noticia para el actual regidor, cuyo puesto está en el alambre. En las pasadas elecciones autonómicas el PSOE fue el partido más votado en la capital. El Cobrador del Frac es servicio controvertido que hace más de dos décadas que trabaja en España y Portugal. La empresa alega que se somete a un código deontológico muy estricto que impide realizar ninguna actuación contra menores, ancianos, incapacitados y enfermos graves y no se permite el cobro de deudas que tengan su origen en delitos como robo, hurto, contra la salud pública o procedentes del juego.
Huelva es una provincia donde buena parte de las candidaturas del PP en los pueblos más importantes huyen de los símbolos habituales del partido para potenciar la personalidad de sus cabezas de lista. El problema es que una de esas candidatas que disimulan sus lazos con el partido es Loles López Gabarro, la secretaria general del partido, que aspira a la reelección como alcaldesa de Valverde del Camino.
Ni en su perfil de Facebook ni en su web personal hay rastro del PP. Loles López no utiliza el azul sino unas tonalidades amarillas. Y sin logo del PP por ningún sitio. Un corazón fabricado con los dedos índice y pulgar y el lema “Loles corazón” son sus señas de identidad.
No es la única popular que recurre a este truco. María Sacramento, candidata de Punta Umbría, utiliza como imagen de marca un fondo marino, azul eso sí, con su nombre y el hashtag #ApuntaCorazón. Antonio Plaza, candidato en la localidad de Santa Olalla de Cala, ha optado por un puño con el pulgar hacia arriba calcado del “me gusta” de Facebook, con la presencia de tonos verdes.
José Antonio Domínguez, que quiere renovar en Almonte, presentó su candidatura en un escenario repleto de colores bajo el lema “no importa tu color”.