El riesgo de abuso de alcohol es mayor entre las mujeres con más formación
Primer informe de la OCDE sobre el consumo de alcohol en 34 países y una conclusión: el alcohol mata y no es un eufemismo. De hecho se ha convertido en la quinta causa de muerte en el mundo, cuando hace una década era la décima. ¿Por qué? Porque se ha extendido su consumo a otros grupos poblacionales: si la ingesta de alcohol antes era mayoritariamente una cuestión de hombres y, además, de varones con un nivel socioeconómico y educativo bajo, ahora hay que ampliarlo a mujeres y menores. Curioso es el caso de las féminas. Según este trabajo, el riesgo de abuso de bebidas alcohólicas es mayor entre las que tienen más formación o disponen de recursos económicos.
El estudio realizado entre los países más desarrollados constata que, aunque el consumo de alcohol se ha reducido entre 1992 y 2012 un 2,5 % a 9,1 litros de alcohol puro per cápita y año, no ha sido así entre los menores: la proporción de menores de 15 años que se han emborrachado ha pasado, en los 20 años del estudio, del 30 % al 43 % entre los chicos y del 26 % al 41 % entre las chicas. Este consumo está relacionado con los atracones ( binge drinking) o, lo que es lo mismo, consumir más de cuatro o cinco bebidas alcohólicas en apenas unas horas.
El secretario general de la organización, Ángel Gurría, advirtió de la necesidad de reducir la ingesta de alcohol, entre otros motivos, por el alto coste que tiene para la sociedad. La OCDE apunta en el 1% del PIB las pérdidas sólo en el terreno laboral debidas al consumo nocivo. Y por ello, urge a tomar medidas como la fijación de precios mínimos o la tasación de las bebidas, pero también la regulación de la venta del alcohol (con restricciones a ciertos grupos o en ciertos lugares). “La mayor parte de esas políticas son rentables por sí mismas”, señaló Gurría.