Rajoy elige Catalunya para abrir una campaña en clave de generales
El presidente estará en Tarragona y volverá para otro mitin en Barcelona
Catalunya no celebra elecciones autonómicas el 24 de mayo, ni el PP se juega ninguna alcaldía significativa que pueda estar en peligro, pero Mariano Rajoy acudirá a esta comunidad en dos ocasiones durante los 15 días que dura la campaña electoral. Un doblete que sólo repetirá en autonomías en las que los gobiernos, ahora en manos del PP, están en juego.
El presidente del Gobierno ha hecho suyas estas elecciones, consciente de que una debacle electoral en los comicios de mayo será difícil de remontar en las elecciones generales que deberá afrontar a finales de año. Por eso, y a pesar de sus compromisos gubernamentales, el comité de campaña del PP le está preparando una agenda de actos públicos que le hará dedicarse a la campaña electoral al menos 10 de sus 15 jornadas de duración.
Acudirá a todas las comunidades autónomas, a algunas, como Catalunya en más de una ocasión, ya que tiene previsto acudir a Barcelona en la recta final de campaña, y compaginará actos como presidente del Gobierno con la presencia puramente electoral en actos del partido.
Esto es lo que hará el 8 de mayo, primer día de campaña, cuando estrenará el periodo oficial electoral en un mitin por la tarde en Tarragona. Antes, inaugurará en Barcelona, como presidente de Gobierno, la trigésimo octava edición del Salón Internacional del Automóvil, que se celebrará en el recinto de Montjuïc de la Fira de Barcelona, donde coincidirá con el president de la Generalitat, Artur Mas, y a la que también asistirán el ministro de Industria, José Manuel Soria; el alcalde de Barcelona, Xavier Trias y el comisario europeo de Cambio Climático y Energía, Miguel Arias Cañete.
Esa primera jornada electoral en Catalunya es un ejemplo del tipo de campaña que pretende llevar a cabo Rajoy, mucha presencia y que se combinen los actos multitudinarios, como el mitin en la plaza de toros de Valencia, que tendrá lugar la última semana de campaña, con actos más pequeños, sean sectoriales de parti- do o de actividad de Gobierno.
Un diseño que el PP llevará incluso a lo que queda de precampaña. A una semana del inicio oficial de la campaña, Rajoy tiene comprometidos ya tres días de actividad electoral. El martes en Valencia, por ejemplo, Rajoy participará por la mañana en un acto sectorial, para escuchar los problemas de la sociedad civil, y luego intervendrá en un mitin.
La proximidad de la campaña se hizo patente ayer en el Congreso durante la sesión de control al Gobierno. Con las cifras del desempleo y la controvertida amnistía fiscal como principales temas a debate, el tono resultó entre duro y amargo. La tensión subió al máximo cuando el portavoz de ICV, Joan Coscubiela, aseguró que el presidente del Gobierno es “el señor X de la corrupción” y está “quemado y carbonizado de tanto poner la mano en el fuego
El líder popular el martes irá a Valencia y hará campaña en la plaza de toros La proximidad de las elecciones calienta el pleno de control de la Cámara Baja
por los corruptos y los defraudadores”.
En respuesta a Coscubiela, y después de referirse con sorna a su “ecuánime, equilibrada y democrática” intervención, Rajoy insistió en su tesis de que lo que ha hecho el Ejecutivo es poner en marcha “unas medidas contra el fraude fiscal como nunca se habían adoptado en nuestro país”. Entre ellas citó la amnistía fiscal lanzada por Cristóbal Montoro en el 2012, aunque la llamó “regularización”. Para defenderla, y probablemente para descolocar a la oposición, el presidente recurrió a un ejemplo inesperado: la Grecia de Alexis Tsipras, cuyo ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, acaba de ofrecer su propio indulto a los defraudadores que hayan ocultado dinero fuera.
“Hicimos una regularización fiscal como ahora, por cierto, han anunciado el Gobierno griego y el señor Varoufakis”; una medida, añadió, que asimismo se ha llevado a cabo “en otros países de la Unión Europea”… Incluido España, destacó el jefe de Gobierno para recordar una vez más las amnistías de los equipos económicos de Felipe González en 1984 y 1991. Con la diferencia –remarcó– de que, en contraste con aquellos “perdones” tributarios del PSOE, la oferta lanzada en 2012 por su Gobierno no evitó que los contribuyentes beneficiarios hubieran de pagar al fisco (un 3%) ni “borró” delitos.
Montoro, a quien la oposición intentó de nuevo asar a preguntas sobre este asunto y el caso Rodrigo Rato –acogido a la amnistía e investigado por supuesto blanqueo– insistió en la misma idea con su habitual tono irónico. “Parece que el Gobierno griego, como recordaba el presidente, también va por ahí, la izquierda también va a eso que llaman amnistía”, dijo. Y, dirigiéndose a los socialistas, añadió: “Vayan apuntándose, señores. Van a tardar mucho en volver al Gobierno, pero vayan tomando nota”. Luego, en los pasillos del Congreso, Montoro señaló que estas regularizaciones fiscales son “una medida excepcional para un tiempo excepcional”, como España en el 2012.