El viento viejo tumba a Márquez
Valentino Rossi mantiene el liderato a salvo del asalto del bicampeón, que se cayó en el mano a mano
El primer asalto por el liderato del Mundial de MotoGP dejó en pie, entero y victorioso al maestro, y derrotado, en el suelo, sin consuelo, sin puntos, al joven padawan que aspiraba a dar la vuelta al campeonato. En su primer mano a mano del 2015, Valentino Rossi pudo con su admirado Marc Márquez. No sólo le ganó en la elección determinante del neumático, también en la precisión y sangre fría de la lucha cuerpo a cuerpo. El italiano, a sus 36 años, presentó al bicampeón su firme candidatura al título, el décimo cetro con el que pretende ser el piloto 10 de la historia, como la camiseta de Maradona que lució en el podio. Marc ya sabe quién es su gran rival.
Como rezaba una pancarta de un aficionado argentino en Termas de Río Hondo, “Valentino, el viento es viejo y todavía sigue soplando”, el aire italiano ayer volvió a ser un vendaval. Como en Qatar, donde también ganó, o como demostró en Austin batiéndose por el tercer puesto con Dovizioso. La gallina vieja todavía hace buen caldo. Vale está en su mejor momento del último lustro y se ve capacitado para ser otra vez campeón, seis años después. “Este año creo que puedo luchar por el título hasta el final; espero ser fuerte siempre y luchar contra Dovi, Lorenzo y Marc”, comentaba un exultante Rossi.
El italiano estuvo hábil al elegir el neumático: montó la goma extradura detrás, considerando los 35ºC del asfalto, mientras que Marc se la jugó con el duro –más blando–. El resultado fue una persecución en la que el catalán rodó de más a menos, y el italiano, al revés. Al final se encontraron a falta de tres vueltas, y entonces Il Dottore impuso su receta.
Marc, desde la pole, aguantó el tipo en una primera vuelta eléctrica, en la que contuvo el ímpetu de un bullicioso Aleix Espargaró, en cabeza al llegar al primer ángulo. Gracias a la goma más blanda, rápidamente Márquez pudo empezar a escaparse y dejar atrás a sus rivales. En menos de un giro metía más de 1 segundo a Lorenzo, que vivió sus mejores momentos. Los únicos, porque muy pronto comenzó a desinflarse, hasta caer al 5.º puesto.
Mientras el bicampeón de Cervera tejía un buen cojín de tiempo, por detrás Rossi empezaba a planificar el contragolpe. Necesi- taba remontar después de tocarse con Iannone en la primera curva, que le retrasó al 8.º puesto. “Tuve un momento de miedo porque vi que Marc se escapaba a 4 segundos, pero vuelta a vuelta fui recuperando, me sentía fuerte”, explicaba Rossi, que adelantó a Petrucci, Aleix, Lorenzo, Ian- none, Dovizioso y Crutchlow.
En la 11.ª vuelta (de 25) ya estaba detrás de Marc, dispuesto a “comenzar la caza”: tenía 14 vueltas por delante para recortarle 4,2 segundos y un mejor ritmo con el neumático más duro. Recortaba de 3 a 8 décimas por vuelta a Márquez, cuya goma iba de- cayendo, cada vez les separaba menos asfalto... hasta que a falta de tres giros ya estaba encima, el maestro detrás de su alumno aventajado.
Marc aguantó el acoso una vuelta. A falta de dos, Rossi le dio el primer zarpazo. El catalán se lo devolvió. Dos curvas después, otra dentellada del italiano. Marc replicó, se tocaron los carenados, una vez, dos veces. Al segundo golpe, Marc se fue al suelo. Al levantar la moto en el cambio de dirección su rueda delantera tropezó con la trasera de la Yamaha. Dirección de carrera no vio acción punible. Adiós al podio, 20 puntos al menos. Rossi, el viento viejo, se le va ya 30... Una distancia seria, peligrosa.
“Siento su caída, espero que esté bien”, decía Rossi, infatigable luchador: sus tres últimas victorias han llegado remontando desde la 8.ª posición de la parrilla. Pura pelea, puro genio.
PERSECUCIÓN DE INFARTO Marc se escapó a 4 segundos, pero Rossi le dio caza en 12 vueltas y le ganó el duelo SERIA CANDIDATURA DEL 46 “Este año creo que puedo luchar por el título hasta el final; espero ser fuerte siempre”, dice Vale