Victoria agridulce de Nadal
El balear gana su cuarto título en Madrid ante un Nishikori que abandonó por lesión
Tres meses después, en Madrid, Rafael Nadal volvió a levantar otro torneo, el tercero del año tras Doha y Rio de Janeiro. Un triunfo agridulce, y que recordó al que protagonizó Wawrinka ante el propio balear en Australia, una derrota que Nadal recordó una vez finalizado el encuentro, y que estuvo marcada por sus problemas físicos. Esta vez, se giraron las tornas, y fue su oponente, el japonés Kei Nishikori, campeón del Trofeo Conde de Godó y que aparecerá esta semana entre los diez mejores del mundo, quien tuvo que abandonar cuan- do el marcador reflejaba un 2-6, 6-4 y 3-0 para el manacorense.
El triunfo convierte a Nadal en el primer tenista en conseguir cuatro títulos en Madrid, tras los logrados en 2005, 2010 y 2013, siendo además el primero en lograr vencer dos ediciones de forma consecutiva.
Más allá de la lesión del japonés, la contenida celebración del balear se debía a que su rival le estaba dominando a su antojo. “En el primer set jugué con demasiada ansiedad. Me estaba pegando una paliza”, reconoció Nadal al término del encuentro. Y no exageraba el balear, pues su rival se derrumbó cuando mejor lo tenía para llevarse el encuentro y su segundo título consecutivo en tierra tras el conseguido en Barcelona. Y es que durante más de medio partido, el japonés se disfrazó de su mentor, Michael Chang, para borrar de la pista al número uno del mundo, igual que Chang hizo ante Lendl en 1989 en París. En esta ocasión, sin embargo, el nipón terminó sucumbiendo ante los problemas que el sábado ya le obligaron a pedir ayuda a su fisioterapeuta.
La final empezó con un Nis- hikori intratable, haciendo que su potente revés doblegara una y otra vez la derecha de Nadal, que parecía la de un novato incapaz de aguantar el ritmo de su oponente. Como si se hubiesen cambiado las tornas, Nishikori ejer- ció de maestro sobre la arcilla, y juego a juego fue imponiendo su lógica, ganando la primera manga a Nadal desde su primer enfrentamiento, seis años atrás. El japonés no daba opción alguna al balear, que no encontraba la fórmula de entrar en el partido, y en cada golpeo se le notaba incómodo. En el segundo set parecía repetirse la misma historia que en la primera, con un Nishikori controlando a un descolocado Nadal. Sin embargo, con 4-2 a favor del nipón, los problemas físicos le empezaron a hundir, y Nadal, del que no había noticias hasta entonces, sacó su orgullo a relucir para remontar y terminar ganando el set. El derrumbe de Kei imparable, y con 3-0 decidió poner fin a su agonía y aceptar una de las derrotas más amargas de su carrera. Ayer fue el día en el que Kei pudo destronar a Nadal.
“He jugado el primer set con demasiada ansiedad. Kei me estaba pegando una paliza”