Ópera en el Conservatori
Autor: Giacomo Puccini (1918), sobre texto de Giovacchino Forzano Intérpretes: Viviana Rojas (S. Angelica); Helena Ressurreiçâo (Zia Principessa); Elena Mateo (Badessa); Numil Guerra (Zelatrice); Clara Florit (Maestra delle novizie)... Cor i Orquestra del Conservatori del Liceu. Director: Daniel Mestre. Dirección escénica: Rafael Duran. Dir. artística: Carmen Bustamante Lugar y fecha: Conservatori del Liceu (8/V/2014)
ROGER ALIER Una larga tradición que remonta a 1987 (cuando se empezó haciendo en la Universidad de Barcelona) ha adquirido últimamente un carácter didácti- co cada vez más importante al situarse en el nuevo marco del Conservatori del Liceu, en su nuevo auditorio, y con la integración del coro y de la orquesta de la propia entidad. año la obra elegida ha sido una de las pocas óperas basadas sólo en cantantes femeninas, que Puccini escribió inspirándose en el convento del que una hermana suya era priora. La obra forma parte del Trittico y se ha representado con cierta frecuencia, pero no tiene nada de fácil, ya que el papel principal es de una notable fuerza e intensidad dramática.
La versión que oímos en el Conservatori dejó entusiasmados a los asistentes por la calidad indudable de Viviana Rojas, que sacó todo el partido del personaje torturado de la monja castigada por su inflexible familia, y sobre todo brilló en el aria Senza mamma, interpretada con una voz llena de matices y de cualidades dramáticas muy nota- bles. En el papel de la inflexible Zia Principessa, la mezzo Helena Ressurreiçâo cantó con una buena calidad vocal, pero no transmitió del todo la hipócrita maldad del personaje. Muy notable el conjunto de monjas con la personalidad que Puccini les otorgó a cada una de ellas (Suor Dolcina, golosa, muy bien interpretada por Esther Ribot) y la Abadesa, con una cierta autoridad en la presencia vocal con la que abría la ópera.
La sala del Conservatori tiene una sonoridad que, por la violencia orquestal de la obra, resultaba en algunos momentos casi excesiva, pero la tarea del grupo instrumental fue muy loable y Daniel Mestre lo ha llevado, como su apellido indica, con “mano maestra”. Fiesta grandes, pues, en el Conservatori, para todos los que han participado en una iniciativa que familiariza a los alumnos con el difícil y complejo mundo de la escena lírica. Un nuevo éxito de Carmen Bustamante, que hace años que dirige con un criterio espléndido este ciclo.