La N-II concentra tres de los cinco tramos negros de Girona
La carretera entre Malgrat de Mar y Caldes de Malavella es la de más accidentes por kilómetro de la provincia
Tres de los cinco tramos con más accidentes mortales o graves por kilómetro que se registraron entre los años 2009 y 2011 en la provincia de Girona están en la carretera N-II. Es una de las principales conclusiones que se desprenden del estudio EuroRAP, un consorcio europeo integrado por administraciones públicas y clubs de automovilistas de 27 países europeos, entre ellos el RACC, que analiza el riesgo de accidentalidad de la red viaria.
Según el estudio, el punto de la N-II con mayor concentración de accidentes fue el tramo de 22,6 kilómetros que hay entre el enlace de la C-32 en Malgrat de Mar (Maresme) y Caldes de Malavella, que durante el trienio 2009-2011 registró de media unos diez accidentes anuales.
El tramo de la N-II que discurre entre la frontera francesa y el final de la variante de Figueres, con una media de 7,5 accidentes mortales o graves por año, o el que va de Girona a Figueres, con casi 8, también copan las primeras posiciones del ranking del estudio europeo.
Estos tres tramos de la N-II son también los que más accidentes de vehículos pesados concentraron, una tendencia que, según el RACC, debería bajar después de que el pasado abril se prohibiera la circulación de camiones por la N-II para reducir la siniestralidad. Desde que entró en vigor la medida, esta vía sólo ha registrado dos accidentes mortales.
Aparte del elevado volumen de camiones, otro de los factores, según el RACC, que puede explicar la alta accidentalidad de estos tres tramos de la N-II es la elevada afluencia de tráfico, superior a los 15.000 vehículos diarios de media, con puntas de hasta 20.000, que asumen las zonas pendientes de desdoblar. Según el responsable técnico de la Fundació RACC, Lluís Puerto, las calzadas de vía única, con un carril por cada sentido de circulación, como es el caso de la N-II en gran parte de su trazado, están pensadas para asumir entre 5.000 y 10.000 vehículos diarios. Actualmente sólo está desdoblado un tramo de ocho kilómetros entre Fornells de la Selva y Caldes de Malavella de los 100 kilómetros que forman la N-II.
El estudio de EuroRAP también refleja que entre los años 2004 y 2011 se redujo un 41% el número de accidentes con muertos o heridos graves y en el mismo porcentaje el número de víctimas. Este descenso ha sido más acusado en las vías rápidas que en las convencionales. El club automovilístico atribuye a dos grandes factores esta reducción. Por una parte, la reforma del permiso de conducir por puntos y, por otra, la reforma del Código Pe-
La prohibición del paso de camiones desde este abril debe ayudar a reducir la siniestralidad
nal, que endurece las sanciones para conductores temerarios e incluso prevé penas de cárcel. Según datos del Servei Català de Trànsit, en lo que va de año, en las carreteras de Girona ha habido 30 víctimas mortales, cifra que representa un 44,4% menos que en el mismo periodo de 2010. El reto, según explico el jefe de la Oficina del Pla Català de Seguretat Viària, Rafael Olmos, es reducir a la mitad el número de fallecidos por accidente en el 2020 con respecto al 2010.
El estudio también refleja que, para los motociclistas, las vías más peligrosas son la Collada de Toses y la carretera que va de Malgrat a Lloret de Mar de la GI-682. que de media concentran cuatro y tres accidentes mortales anuales, respectivamente. Uno de los retos pendientes es reducir el riesgo de accidentalidad (el más alto de la demarcación) de la GI-661 entre Palamós y Calonge, una vía por la que circulan muchas motos en verano.