“Como un trabajador con dos años de experiencia”
EL PROGRESO “En segundo, rinden como el 20% de un trabajador con un año de experiencia”
La eficacia y la eficiencia son hoy requisitos fundamentales para la supervivencia empresarial. Dados los paupérrimos niveles de consumo de hoy, uno de los pocos modos para mejorar el margen de beneficios es la optimización de los recursos. Mejorar el rendimiento. Y, aquí, en este punto, dice Manuel Moreno, responsable de formación y director de la Escuela de Aprendices de Seat, la preparación de los empleados resulta fundamental.
Y cuanto antes, mejor. No se puede desperdiciar ni una sola jornada. Hablamos de una de las pocas maneras de ahorrar, de rebajar los costes de producción. Si todo va bien, si ninguno se tuerce en el último momento, los 45 veinteañeros que este curso terminarán estudios en la escuela de la fábrica de automóviles tienen muchas posibilidades de conseguir un nuevo contrato. “Porque cada uno de estos jóvenes estará capacitado para trabajar en la empresa como cualquier empleado formado en el sistema tradicional y que ya sumara dos años de experiencia”, estima Moreno.
Son dos años de experiencia desde el primer día. Son dos años de ahorros difíciles de cuantificar, sigue el responsable de formación, los dos años que cualquier empleado que un buen día presentó su currículum tarda en aprender los entresijos de su oficio, en interiorizar la cultura de su compañía, en especializarse,
LA PERSPECTIVA “Estos jóvenes serán profesionales difíciles de encontrar en el mercado”
tener iniciativa y solucionar problemas por su cuenta. Son los principales beneficios de la FP dual: empleados cualificados a la medida de las necesidades empresariales del día a día.
“La mayor parte de estos jóvenes serán matriceros, conductores de instalación de fabricación u otros oficios que no están contemplados en el sistema de formación tradicional –continúa Moreno–. Serán profesionales muy difíciles de encontrar en el mercado laboral, especializados en robótica y electromecánica. El sistema educativo español recoge unas ciento cincuenta familias profesionales, mientras que el alemán cuenta con trescientos cincuenta. La formación en España es más generalista, y la alemana está más especializada”.
Una de las históricas consecuencias de ello que ahora se mitiga con la FP dual, agrega el director de la escuela, es que el joven, una vez termina sus estudios, está preparado para aprender un oficio, no para ejercerlo. “Es decir, el sistema venía enseñando cómo utilizar las máqui- nas, pero no para qué utilizarlas”. Hacen falta un par de años más, los dos años de experiencia de los que se hablaba un par de párrafos más arriba, un tiempo que ahora se puede emplear en aumentar eficacia y eficiencia. Mejorar el rendimiento.
“Nuestros alumnos entran luego en la empresa desempeñando un oficio y una especialidad al cien por cien”, subraya Moreno. “El primer curso no resulta muy diferente del tradicional. Luego se compaginan las clases y el trabajo en la empresa. A principios del segundo curso rinden como el 20% de un trabajador con un año de experiencia. En el tercer curso la progresión se dispara y pronto son capaces de llevar a cabo un trabajo pautado sin apenas tutelaje. En el último trimestre ya rinden como un trabajador con un año de experiencia”.
Y cuando terminan como uno con dos. “Y todo esto representa un ahorro muy importante para la empresa. Nuestra Escuela de Aprendices funciona desde hace más de medio siglo. Apostamos por la FP dual. Nos proporciona las herramientas legales para desarrollar este modelo de formación. Además, el hecho de que estudien en nuestra empresa nos permite que se impregnen de nuestra cultura de trabajo, de los valores de nuestra empresa. Así los trabajadores se identifican mucho más con Seat”. Son más responsables. Están más implicados.