Más cosecha de vino en el Empordà
La comarca ve crecer el número de viñedos y bodegas
El año pasado las bodegas del Empordà vendieron casi cinco millones de botellas, un 13% más que un año antes. Un crecimiento que viene propiciando por su creciente presencia en el exterior, hasta el punto de que más de 750.000 unidades han sido vendidas en Estados Unidos, Alemania, Noruega, Suiza o Canadá, principales países importadores. La apuesta por la calidad empieza a dar sus frutos pese a la persistencia de la crisis económica y a un moderado pero constante descenso en el consumo del vino.
Para los vinos del Empordà lle- gan los reconocimientos: la guía Parker dio la primera señal positiva al incluir 44 vinos de la denominación de origen (DO) Empordà en su lista del 2011, con 28 por encima de los 90 puntos. La última Guía Peñín sitúa 40 vinos de la DO con una nota de excelente (más de 90), un 22% más que el año anterior. El influyente perio- dista británico Tim Atkin acaba de publicar un post en su blog donde puntúa 37 vinos por encima de los 90. Y en un año se han publicado sucesivamente la Guia d’enoturisme de l’Empordà, del sociólogo Lluís Tolosa, y Vinologue Empordà, la primera guía enoturística en inglés sobre vinos catalanes centrada en l’Empordà.
Son ya más de medio centenar de bodegas en la DO y basta entrar en sus webs para ver las continuas novedades. Dos vinos de la bodega Espelt son mencionados en un manga de Tadashi Agi, conocido artista del cómic japonés. Un vino de La Vinyeta ha sido seleccionado por el club del
New York Times para acompañar la comida de Acción de Gracias. En julio Ferran Adrià, Joan Roca, Paco Pérez, Albert Raurich y Andoni Aduriz presentaron en Berlín sus últimas creaciones regadas con vinos de Perelada.
Los viñedos del Empordà ya no se limitan a la zona norte, en la falda de l’Albera y el arco que va de Palau-saverdera a Capmany y Cantallops. Ahora se han extendido hacia el Cap de Creus, por Colera, Cadaqués y Roses. Pero también han traspasado las barreras habituales para llegar hasta Cistella y Siurana, surgen nuevas bodegas y variedades, que desbordan incluso el ámbito de la DO Empordà, pese a que desde esta entidad se ha ampliado su radio hasta el Baix Empordà, con la incorporación de una parte de
VINOS DE TRAMONTANA En el 2012 se han vendido casi cinco millones de botellas, un 13% más
LA AMPLIACIÓN DE LA DO La marca Empordà, extendida hacia el sur, agrupa ya más de 50 bodegas
las bodegas tradicionales de Calonge y otras nuevas de Torrent, Vall-llobrega, Cruïlles o Fonteta.
La llegada de una generación de jóvenes emprendedores y la presencia de un puñado de enólogos que buscan la renovación está en la base de ese momento histórico que viven los llamados vinos de tramontana.
Existe también una cierta unanimidad en que junto al reto de seguir creciendo en las exportaciones está la asignatura pendiente de los restaurantes de Barcelona. Los vinos del Empordà tie- nen un lugar discreto en muchas cartas y casi inexistente en los menús. Claro que también se podría extender esta queja a los restaurantes más turísticos de la Costa Brava para los que quizás sería necesario potenciar una gama de vinos donde primase una más ajustada relación calidad/precio.
Las tres bodegas seleccionadas en estas páginas responden a esa nueva savia que llega a l’Empordà en sus tres frentes geográficos del norte, centro y sur de la pla
na. Son modelos distintos con as- pectos singulares, ya sea por su limitada producción, su apuesta ecológica o el recuerdo de los vinos de montaña. Y lo mismo podría decirse de otras bodegas como Mas Oller, Sota els Àngels, Eccoci, Martín Faixó, Mas Llunes, Roig Parals, la Vinyeta, Terrer d’en Tasis, Terra Remota, Vinyes d’Olivardots, Mas Pòlit, Arché Pagès, Vinyes dels Aspres o Masia Serra. Todas ellas han surgido en la última década, la que ya podemos bautizar como la década prodigiosa de los vinos del Empordà.