Infraestructuras
Parece que las únicas infraestructuras que nos interesan son las que cuestan muchísimo dinero, mientras que todo aquello que es asequible no merece nuestra atención. La debacle del AVE a su paso por Barcelona llevó a discusiones en los niveles más altos: que si el túnel pasa por aquí, que si la nueva macroestación por acá. Sin embargo, las cercanías siguen igual de mal, y de los regionales ya ni hablar.
Y entre tanto griterío por la Sagrera no parece acordarse nadie de que ya tenemos una macroestación con 12 vías totalmente infrautilizada, la estación de França, que siendo Barcelona el punto ferroviario más congestionado de España, resulta que está obsoleta y que hay que cerrarla cuanto antes. Otra debacle monumental ha sido la L9 del metro, cuyo coste final asciende a cifras estratosféricas. Mucha gente maldice el tranvía, pero rara vez nos hemos querido acordar de que cada una de las redes de tranvía costó lo que una o dos estaciones de la L9.
Nos sorprendemos y nos molestamos de ser considerados en Europa como el país de la fiesta y el despilfarro, pero a la vez pedimos a gritos que nuestro pueblo también merece un AVE, un metro, una autovía y el tren soterrado. En una democracia no vale apuntar a la Administración y lavarse las manos. ALESSANDRO MALFATTI Barcelona