Francia no frena la espiral
El “trimestre antiinflación” tiene un éxito limitado y deriva en lucha comercial entre los supermercados
no se vio obligado a intervenir porque en Francia, más que en otros países, la población reclama un papel protector del Estado. Además, el presidente Emmanuel Macron necesitaba presentar algún éxito, al menos un alivio temporal para las clases populares y compensar así la píldora amarga del retraso en la edad de jubilación.
El “trimestre antiinflación” ha exacerbado en la práctica la competencia entre las diversas marcas. Entrar hoy en un supermercado en Francia provoca confusión por tantas modalidades distintas de etiquetas para distinguir las ofertas, además de las campañas para acumular puntos si son clientes habituales que se han descargado una aplicación. No resulta fácil escoger entre tantos estímulos. En los establecimientos del grupo Leclerc llegan al extremo de colocar carteles bien visibles a la entrada en los que explican la diferencia de precio –siempre favorable a Leclerc, por supuesto– entre ellos y los de la competencia en la zona. Especifican la dirección de los rivales y su superficie de venta. En teoría los datos los elabora una agencia independiente.
Las estrategias son variadas. En la cadena Monoprix, por ejemplo, realizan desde hace tiempo una campaña “antidesperdicio” que consiste en rebajar hasta un 30% el precio de productos con una fecha de caducidad cercana.
Las asociaciones de consumidores han sido muy escépticas desde el primer momento ante el “tri
Quejas porque se rebajan productos muy procesados, nocivos para la salud
Leclerc pone paneles mostrando la diferencia de precio favorable frente a la competencia
antiinflación” por considerar que no se podía confiar en las grandes cadenas de distribución la política para contener los precios. Según su análisis, las marcas de supermercados han aprovechado para dar prioridad a la venta de sus propios productos, a menudo con ofertas engañosas. Otro de los reproches es que han rebajado el precio de productos que no son buenos para la salud, como los ultraprocesados.
Uno de los problemas estructurales, evocado por el director general de la cadena Système U, Dominique Schelcher, es que muchos precios de hoy se decidieron en negociaciones con los productores a principios del año y no hay flexibilidad para corregirlos cuando el precio en origen ha bajado, como ha ocurrido con el aceite de girasol, el trigo o el café.
Contener la inflación de un modo visible y publicitado seguirá siendo una prioridad política del Gobierno francés en los próximos meses, so pena de agravarse un malestar social que desestabiliza las instituciones porque fomenta los populismos extremistas y la contestación violenta en la calle. El “trimestre antiinflación” podría prolongarse en verano. En este contexto, el ministro de Economía y Hacienda, Bruno Le Maire, anunció el viernes que la limitación de los precios de la electricidad se mantendrá hasta el 2025, mientras que ya no será necesario topar el del gas porque su nivel ha retornado al que tenía antes de la crisis ucraniana.