El laberinto del ministerio inversor
Las costosas obras de la alta velocidad previstas y las autopistas de peaje condicionan la actuación de Fomento
Las autopistas de peaje han protagonizado los primeros titulares de José Luis Ábalos al frente de Fomento. El vencimiento de tres concesiones entre este año y el que viene pondrá fin a sus peajes, anunció al poco de tomar posesión. Por tanto, no se relicitarán, algo que su predecesor enelcargo, el popular Íñigo de la Serna, no había descartado. La decisión del ministro socialista, por el periodo en que se va a aplicar, resuena a electoralismo, pero él mismo precisó que no debe prefijar el futuro modelo. En aras de la igualdad territorial, matizó, las barreras de pago irán desapareciendo a medida que expiren los contratos. Y sólo cuando la gratuidad sea la norma para todos podrá debatirse si continúa osi se adopta otro sistema. En cualquier caso, advirtió, nada es verdaderamente gratis: o pagan los usuarios o todos los ciudadanos vía presupuestos. Por ello, cree necesaria una reflexión sobre el alto coste de mantenimiento que tiene la red.
Veamos primero y luego decidamos. Pero sin parar la máquina. Esta parece ser la premisa con la que Ábalos quiere actuar en el gran ministerio inversor, el de Fomento, que dispone, según las cuentas del 2018 dibujadas por el anterior Gobierno y pendientes de su aprobación final en el Congreso, con 9.802 millones de euros. La cifra es un 17% mayor que la del 2017, pero muy encorsetada por grandes proyectos, principalmente ferroviarios y, más concretamente, los de la ampliación de la red de alta velocidad. Lo que se haga con las autopistas cuyas concesiones caducan en los próximos meses no tendrá un impacto destacado en las cuentas de este año y del que viene, pero, a medio plazo encarecerá la factura para el erario público. La patronal Seopan cifra en 450 millones anuales lo que costará explotar y mantener las vías que asumirá de aquí al 2021.
Caso distinto es el de las autopistas radiales que quebraron y han revertido en el Estado para las que el Ejecutivo del PP planeó el regreso a la iniciativa privada. Esta sí que es una patata caliente con efectos directos en el ejercicio. Aquí, Ábalos también quiere ver qué es lo que hay antes de actuar. Por lo pronto, en su equipo no tienen claro que los nú- meros de los anteriores responsables de Fomento sean los buenos. El importe dela RPA(responsabilidad patrimonial de la administración) que irá a las concesionarias por la rescisión anticipada de los contratos se estimó enunos1.800millones mientras que los ingresos por su regreso al mercado rondarían los 1.000 millones. Todo debía hacerse en el mismo ejercicio para acotar su impacto en el déficit. Ahora se teme que la indemnización sea mayor y que se recupere menos de lo esperado, amén de que todo pueda acabar en los tribunales.
También relacionado con la participación privada están pendientes las primeras licitaciones del plan extraordinario de inversión en carreteras (PIC), presentado hace un año por Mariano Rajoy. Con este instrumento extrapresupuestario se pretendían movilizar 5.000 millones en dos años –2.000 millones este 2018 y 3.000 el 2019–, proce- dentes delas constructoras, el BEIy la banca. El objetivo era reactivar la obra pública. Las empresas interesadas esperan que salgan los pliegos, pero el equipo de Ábalos recuerda que el gobierno anterior dejó sin resolver cuestiones vitales, como la autorización de Hacienda. Al margen del PIC, las cuentas del 2018 reservan 2.436 millones para inversiones en la red viaria, un 12,1% más que en el 2017.
El ferrocarril se lleva prácticamente la mitad de la inversión de Fomento, el 48% según las cuentas del 2018, exactamente 4.301 millones, un 25,6% más que el año pasado. La ampliación de la alta velocidad capta 3.009 millones. El corredor mediterráneo es el mejor dotado, con 923 millones –Ábalos es valenciano–. El AVE a Galicia se lleva 757 millones; el del norte, 661 millones y el de Extremadura, 283. El ministerio asegura que se mantendrán los compromisos de inversión y los contratos, aunque se auditarán los plazos para conocer la situación real. El fuerte crecimiento de la red dispara la deuda de Adif, que este año alcanzará los 17.600 millones, cifra récord.
Los aeropuertos también están enelpuntodemira. El ministro prevé relevar al presidente de Aena, Jaime García Legaz –al igual que a los de las otras empresas del grupo Fomento–, pero no se piensa cambiar la estrategia empresarial a corto plazo. Su condición de cotizada obliga a no precipitarse . La compañía trabaja en los ambiciosos planes urbanísticos de Barajas y El Prat quedebenatraer inversiones multimillonarias al tiempo que mantiene unapolítica atractiva para los accionistas vía reparto de dividendos.