Buenos deseos
Es tiempo de buenos deseos. ¿Y de previsiones para la evolución de los mercados financieros? Positivas, naturalmente. Ya buscaremos más tarde los argumentos para fundamentarlas. Siempre primando los mensajes positivos que amortigüen los miedos, verdaderos riesgos, especialmente en la esfera política y geopolítica. Mientras, podemos poner el foco en las buenas vibraciones que generan la mejora económica internacional y el final del temor a la deflación. De hecho, la recuperación de la inflación. Y, aunque esto les plantee dudas, también el inicio de la normalización monetaria a nivel mundial es algo positivo. Conlleva menores incertidumbres financieras a medio y largo plazo.
El sector financiero es el que más se ha visto favorecido en los últimos meses de todas estas sensaciones positivas. La progresiva eliminación de incertidumbres permite que los precios del mercado poco a poco se vayan ajustando a su valor. Mevan a permitir que les plantee mis propios deseos con respecto al sector financiero para este 2017:
1. Que el Banco Central Europeo ponga en niveles nulos el tipo de interés negativo sobre el exceso de reservas de los bancos. En definitiva, que los bancos no tengan que pagar por su sobrante de liquidez.
2. El final de la incertidumbre regulatoria o al menos una pausa en su desarrollo que permita evaluar con claridad los riesgos que conlleva.
3. Que los inversores financieros sigan discriminando de forma positiva entre distintas entidades y entre diferentes países.
4. Que la sociedad en su conjunto mire hacia el futuro y valore lo positivo de un sector que es fundamental para el crecimiento económico y la generación de riqueza y bienestar para las personas.
Muchas veces los deseos no se cumplen. Pero en esta ocasión muchos de los expuestos lo harán, lo cual será una buena noticia.