Ética y orgullo
Suso de Toro sobre el cirujano Ramón Baltar
Suso de Toro (Santiago, 1956), uno de los grandes novelistas gallegos contemporáneos, se ha embarcado en Un señor elegante (primera edición en gallego en Xerais, 2020) en una singular y adictiva novela que tiene como tema una distinguida familia burguesa compostelana, el relato nuevo de esa familia y “la emergencia de un personaje que se me hizo fascinante y llegó a serme familiar e íntimo”.
Ese personaje es Ramón Baltar (19021981), el cirujano eminente que da título al libro, convirtiéndose a lo largo de la novela en un raro ejemplo del intelectual galleguista resistente, desde el interior, a la negra dictadura de Franco y defensor a ultranza de los valores vivos de la cultura gallega. En efecto, Un señor elegante quiere ser una crónica familiar, que se inicia con Ángel Baltar, cirujano republicano y progresista, vinculado a la Institución Libre de Enseñanza, y se prolonga a través de dos de sus hijos, Antón y Ramón, derivando en una búsqueda de la verdadera personalidad de este último, oculta tras una apariencia burguesa acomodada, cuya resistencia personal se convierte en una lección ética, obstinada y orgullosa. De ahí que al acercarse el final del libro (de la investigación) el narrador, que dialoga a menudo con el personaje, se interrogue: “¿No podías haber pactado, disculpado, transigido? Te guiaste por convicciones, seguías una ética, ¿pero no fue toda tu vida un orgullo desmedido también?”.
Lo apasionante del libro de Suso de Toro no solo es la historia verdadera, novela pero no ficción, sino el desarrollo de la construcción narrativa a lo largo de sus páginas, que se convierten en espejos, convergentes y divergentes, de la propia identidad del narrador, del autor: ¿quién escogió a quién? ¿Suso de Toro a Baltar o el cirujano al escritor para que dibujase su existencia, su personalidad, admitiendo que todo relato tiene su sombra? El camino de la novela está de continuo salpicado –es uno de sus mejores méritos– por las reflexiones del narrador acerca de Baltar, de sus trabajos y sus días, por el desdoblamiento del narrador y su conciencia, por las conjeturas del narrador, por los diálogos con el protagonista, por las cuitas en la persecución del personaje, por los interrogantes que aparecen en las sombras de la historia, etcétera.
Esta urdimbre resulta esencial porque ofrece de un modo latente una comprensión eficaz de la familia Baltar y sus alrededores (que fue según confesión de Suso de Toro la inicial historia que quería escribir), un perfil inquisitivo de la personalidad compleja de Ramón Baltar que se apodera del libro, y, en el fondo, un fragmento, importante y olvidado, de la intrahistoria de la cultura gallega resistente.
Elijo de modo poco inocente el capitulillo Y no le importaba la sangre de la quinta parte de la novela, Guernica. El narrador acompaña al personaje en los últimos meses de su vida: “La vida se te está yendo porque tú la dejas marchar. Y cuando te marches dejarás todo cerrado y tapado detrás de ti. Pasarán años hasta que esta historia me llame (…). Estás en tus últimos días y sigues sin contar nada realmente, sigues como siempre, escuchando, atisbando a tu alrededor, antes con ironía distante y curiosidad, ahora con fatiga (…). Ya no necesitas esa máscara hierática con la que evitabas dar pistas para conocerte, para llegar a ti”.
El cirujano famoso, el bibliófilo tenaz, la persona respetable escondía una contradicción, un estigma (a buen seguro parte de su más secreta intimidad): era un “rojo”, un elemento peligroso, al que detuvieron y juzgaron por sedición, al que impidieron su proyección dentro del mundo universitario y al que brindaron reconocimientos que tenían tanto de premio como de confinamiento que aplacase sus ideas, tal como la condecoración del año 70, la Gran Cruz de la Orden Civil de Sanidad, lo que no fue obstáculo para que el semanario Triunfo (13 y 20-XI-1970), tras cuatro meses de suspensión por la censura, publicase un informe, “Desventura y riesgo de los hospitales españoles”, firmado por Ramón Baltar. Siempre la ética de un señor elegante.
Suso de Toro ha escrito una novela apasionante, que cuenta una historia que, quizás como el propio novelista especula al final del libro, tiene la posibilidad de ser equivocada: “Tienes un personaje que le llamaste así y no sabes si cabalmente representa o no a aquel hombre que se llamó Ramón Baltar”.
Suso de Toro Un señor elegante
El médico famoso, la persona respetable, el bibliófilo tenaz, escondía una contradicción, un estigma: era un “rojo”
ALIANZA. 517 PÁGINAS. 22,50 EUROS