Acontecimientos
Soy catalán y a lo mejor voy a contracorriente de la mitad de la sociedad catalana, pero de la otra parte, no. Sigo con atención los acontecimientos políticos, tanto de Catalunya como del resto de España y estoy realmente perplejo. Me explicaré. Con respecto a la política nacional, no entiendo el dontancredismo del presidente del Gobierno, el señor Rajoy; seguramente en las filas del PP no debe de haber nadie capacitado para sustituirle; si no, por el bien del país, ya tenía que haber dado un paso al lado y darle el testigo a otro para desencallar la situación.
En cuanto a la política catalana, oigo con estupor las declaraciones de la consellera de Presidència de la Generalitat, Neus Munté, diciendo que sería inadmisible e inaudito que una presidenta del Parlament elegida por una mayoría democrática fuera procesada. Perdónenme la expresión, pero no sé si esto es hipocresía o cinismo político. Naturalmente que puede ser procesada si se salta la legalidad vigente.
Lo más lamentable de todo es que, al final, los ciudadanos de a pie seremos los daños colaterales de las decisiones políticas irresponsables tanto a escala autonómica como estatal.
RAFAEL CAMPOS LUANCO Suscriptor Sant Joan Despí