La vía Flick
El alemán pertenece a una escuela que gusta a Laporta desde hace tiempo
Flick, representado por Pini Zahavi, amigo de Laporta, espera una oportunidad desde hace un año
El haber triunfado en el Bayern y el haber trabajado con jóvenes en su país son puntos a su favor
La vía alemana es una alternativa que seduce a Joan Laporta desde que accedió a la presidencia del Barça en su segunda etapa y no estaba convencido de las prestaciones de Ronald Koeman. Entiende el presidente barcelonista que la escuela germánica entronca con el fútbol actual, donde a las cualidades técnicas hay que sumar unas excelentes dotes físicas y un ritmo competitivo elevado. Desde este patrón y teniendo en cuenta que le representa un intermediario bien relacionado con Laporta, se entiende la ofensiva del club blaugrana por contratar a Hansi Flick (59 años) como relevo de Xavi Hernández en el banquillo barcelonista, a la espera de la reunión el lunes con el técnico de Terrasa.
Lo cierto es que las negociaciones con Flick y su representante, Pini Zahavi, ya han empezado, y el alemán es ahora el candidato más firme al cargo.
De Flick se valora su experiencia en un club grande como el Bayern y su conocimiento de alguno de los pesos pesados de la plantilla barcelonista. Flick
trabajó en el Bayern con Robert Lewandowski y en la selección alemana tuvo a sus órdenes a Gündogan y Ter Stegen. Estos futbolistas no verían con desagrado el desembarco del alemán, que está sin equipo desde que fue destituido por la federación de su país tras perder un amistoso con Japón por 1-4. Eso fue el pasado mes de septiembre.
Desde entonces, Flick aguarda otra oportunidad. De hecho, antes de la cumbre del sushi en la que Laporta decidió apostar por la continuidad de Xavi, el ex del Bayern estaba convencido de sus opciones de recalar en
el Barcelona. Ese giro de guion en el club blaugrana le dejó sorprendido y un punto decepcionado. Ahora sus posibilidades vuelven a estar sobre la mesa y con mucha fuerza.
Flick entró en la primera línea del fútbol continental cuando sustituyó como interino a Niko Kovac en noviembre del 2019 al frente del Bayern.
Parecía que solo estaría unas pocas semanas, pero los buenos resultados le acompañaron desde el principio y con él al mando el equipo bávaro fue una apisonadora. Levantó el sextete, arrasó por el camino al Barça en Lisboa en cuartos de final de la
Champions con el humillante 2-8, hizo debutar a jóvenes como Musiala y manejó sin problemas de enjundia a veteranos como Müller o Lewandowski. No se asustó ante sus galones y los supo llevar con una mezcla de mano izquierda (presencia de las familias en la concentración del Bayern durante la pandemia) y rectitud. A la temporada siguiente repetiría éxito en la Bundesliga, pero dejó el Bayern para regresar al seno de la federación alemana, ahora para ser seleccionador.
El hecho de que trabajara con jóvenes en las categorías inferiores de la selección alemana antes de coger el banquillo del Bayern es otro de los aspectos que se pueden subrayar de su trayectoria, teniendo en cuenta que si algo abunda ahora en el Barça son los muchachos que han brotado de la mano de Xavi, como Lamine Yamal, Cubarsí, Fermín o Héctor Fort. Con la Mannschaft, Flick también puede presumir de haber estado en el cuerpo técnico de Joachim Löw en el título mundial conseguido en Brasil 2014.
Se considera a Flick uno de los pupilos de Ralf Rangnick, actual seleccionador de Austria y extécnico del Manchester
United, y uno de los nombres que tiempo atrás estuvo en la mesita de noche de Laporta como futurible del banquillo blaugrana.
En el debe de Flick, su fiasco al frente de la selección alemana, que quedó fuera del Mundial de Qatar en la fase de grupos. Desde entonces, la estrella del técnico ha brillado menos. Si finalmente el Barcelona le contrata, sería una buena oportunidad para retomar una carrera que parecía lanzada y que de pronto se vio cortocircuitada. Otra cosa es que en el enrevesado Barça actual sepa dar con la tecla.c