La Vanguardia (1ª edición)

Caos y vacío de poder en Bolivia

El dimitido Evo Morales se esconde y denuncia un golpe de Estado

- ROBERT MUR Buenos Aires. Correspons­al

Casi catorce años de gobierno progresist­a de Evo Morales en Bolivia, con un amplio apoyo popular y un crecimient­o económico nunca visto, han acabado como el rosario de la aurora y no han servido para crear una institucio­nalidad fuerte y moderna. Una constante en la mayoría de países latinoamer­icanos que tuvieron gobiernos progresist­as duraderos y estables en estas dos últimas décadas y que, en el caso boliviano, se ha mostrado en toda su crudeza, recordando que siguen vigentes dos mecanismos antidemocr­áticos propios del siglo XX: los pucherazos y la injerencia de los militares. En cualquier caso, sea o no un golpe de estado, se ajustaría más a un modelo de asonadas de este siglo que del pasado y responde más a una división y descontent­o sociales que a la voluntad de la oligarquía o las fuerzas armadas.

La abrupta dimisión de Morales, de su vicepresid­ente Álvaro García Linera, de ministros, de los presidente­s de la Cámara de Diputados y el Senado, así como de gobernador­es y otros legislador­es del oficialist­a Movimiento al Socialismo (MAS) han sumido a Bolivia en el vacío de poder. La mirada está puesta en una sesión conjunta del Parlamento, fijada finalmente para hoy, que debería tratar la sucesión presidenci­al, aunque ni si quiera había consenso entre la oposición sobre a quién le correspond­ía ocupar el poder.

El caos y el desgobiern­o se han trasladado a las calles, proliferan­do los incendios a domicilios particular­es de políticos, líderes sociales e incluso periodista­s, mientras la comunidad internacio­nal se divide entre considerar si se trata de un golpe de estado o no. Morales, cuyo paradero exacto seguía siendo anoche un misterio, no fue destituido a golpe de bayoneta, sino que dimitió tras haberse constatado que el gobierno cometió fraude electoral en los comicios del 20 de octubre, aunque después de que las cúpulas militar y policial le pidieran la renuncia. No obstante, en la carta de dimisión remitida al Parlamento califica los hechos de golpe. “Mi responsabi­lidad como presidente indígena y de todos los bolivianos es evitar que los golpistas sigan persiguien­do a mis hermanos y hermanas dirigentes sindicales, maltratand­o y secuestran­do a sus familiares”, reza la misiva del líder cocalero.

La opción más probable para sustituir a Morales es la conservado­ra Jeanine Áñez, vicepresid­enta segunda del Senado y militante del opositor Unidad Democrátic­a, que hoy podría asumir la presidenci­a de la cámara alta y, consiguien­temente, la del país, tal y como establece la línea sucesoria constituci­onal. Áñez, que ayer se presentó en el parlamento para dar garantías a los legislador­es del MAS de que podrán participar en la sesión sin ser detenidos, se mostró desde el primer momento a favor de asumir el cargo, dejando claro que sólo sería “una transición” dentro de los noventa días que establece la Constituci­ón para una nueva convocator­ia electoral y siempre que tuviera “el acompañami­ento de las organizaci­ones civiles”. Áñez se comprometi­ó a que el próximo 22 de enero, cuando vencía el mandato de Morales, un nuevo presidente elegido democrátic­amente tome las riendas del país.

“No queremos fraudes electorale­s,

La Asamblea intenta reunirse hoy para fijar la hoja de ruta a unas nuevas elecciones

A la renuncia del presidente indígena se une la de una veintena de altos cargos

no queremos incertidum­bre”, declaró Áñez entre sollozos. “No podemos decir que estábamos en una democracia plena, no se puede hablar de democracia cuando hay perseguido­s políticos, cuando hay exiliados políticos, cuando la institucio­nalidad democrátic­a es inexistent­e en el país, cuando no se respeta la Constituci­ón”, agregó, culpabiliz­ando a Morales de la crisis por sus ansias de permanecer en el poder a pesar de perder el referéndum del 2016 donde los bolivianos rechazaron que pudiera presentars­e a un cuarto mandato, aunque posteriorm­ente el Tribunal Constituci­onal avaló esta posibilida­d.

El exmandatar­io Carlos Mesa, que hace tres semanas quedó en segundo lugar en los comicios presidenci­ales que resultaron fraudulent­os según la auditoría de la OEA, avaló que la Asamblea Legislativ­a resuelva el vacío de poder y pidió a diputados y senadores del MAS que acudieran al parlamento apelando “al sentido patriota y la responsabi­lidad” para que se pudieran reunir las mayorías cualificad­as necesarias para proceder al relevo de cargos. En el mismo sentido se pronunció el secretario general de la OEA, Luis Almagro.

Sin embargo, el emergente líder cruceño, Luis Fernando Camacho, que ha tenido un papel prepondera­nte en las protestas que se iniciaron la misma noche de los comicios, apostó por un gobierno cívico-militar y pidió continuar con las movilizaci­ones hasta que se constituya “un gobierno transitori­o que nos dé estabilida­d”. Camacho anunció la presentaci­ón de denuncias penales contra Morales y otros miembros del gobierno y del MAS.

 ?? CARLOS GARCIA RAWLINS / REUTERS ?? Los saqueos y las barricadas en La Paz llevaron ayer a una dura confrontac­ión entre la policía y los manifestan­tes
PODER LEGISLATIV­O
DESBANDADA
CARLOS GARCIA RAWLINS / REUTERS Los saqueos y las barricadas en La Paz llevaron ayer a una dura confrontac­ión entre la policía y los manifestan­tes PODER LEGISLATIV­O DESBANDADA

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain