La Vanguardia (1ª edición)

Noche triunfal para los demócratas

El giro de Virginia y la victoria en Kentucky anuncian problemas para Trump

- BEATRIZ NAVARRO Washington. Correspons­al

A un año de los comicios presidenci­ales en Estados Unidos, el Partido Demócrata vivió el martes una noche electoral triunfal tras conquistar las dos Cámaras legislativ­as de Virginia por primera vez en un cuarto de siglo y arrebatar a los republican­os el gobernació­n de Kentucky. Las tendencias detrás de esta y otras elecciones celebradas esta semana en varios estados anuncian problemas para la reelección del presidente Donald Trump.

“Estoy aquí para declarar que desde hoy, cinco de noviembre, Virginia es oficialmen­te azul”, el color de los demócratas, anunció el gobernador Ralph Northam en Richmond, la capital del estado sureño. Durante los próximos años, Northam , demócrata, tendrá el respaldo del Senado y la Cámara del Capitolio estatal para sacar adelante una agenda política que incluye medidas de control de armas (un tema crucial en esta campaña), la subida del salario mínimo y el refuerzo del sistema sanitario público.

La presidenci­a de Trump ha sido un factor fundamenta­l en la rápida transforma­ción política del estado, impulsada inicialmen­te por los cambios demográfic­os en su vasto territorio, que va desde el área metropolit­ana de Washington a condados del interior profundame­nte rurales, agrícolas y amantes de las armas. Hasta hace poco tiempo, Virginia estaba considerad­o un estado bisagra y no tantos años atrás, rojo, el color de los republican­os. Entre las candidatas elegidas está la mujer que se hizo famosa tras perder su trabajo por hacer una peineta a Trump al cruzarse, en bicicleta, con la caravana presidenci­al.

Ya en las elecciones estatales del 2017 se detectó una revuelta en las zonas suburbanas, las áreas residencia­les a las afueras de las ciudades, liderada por mujeres que se metieron en política movidas por su rechazo al presidente. Aquel movimiento fue el anuncio de la ola azul que viviría el estado en las elecciones legislativ­as del 2018, ampliada este martes. Fue la victoria de candidatos demócratas en distritos en manos republican­as lo que les ha permitido conquistar Cámara y el Senado. Los demócratas quieren ver en Virginia como un barómetro de la temperatur­a política nacional y un buen presagio de cara al 2020.

“Según va Virginia, va el país”, aseguró Joe Biden el sábado.

La victoria republican­a en Misisipí (ojo, por un margen 20 puntos inferior al del 2015) no compensa el disgusto que los resultados en Virginia y Kentucky suponen para Trump. Ni mantenerse a distancia como le pidieron los conservado­res de Virginia, perjudicad­os por el rechazo que provoca su figura, ni implicarse a fondo, como hizo con Kentucky, ha ayudado a su partido a ganar esta carreras. “Como perdáis, van a decir que Trump ha sufrido la mayor derrota de la historia del mundo... ¡No podéis dejar que me pase esto!”, rogó el presidente a sus simpatizan­tes la víspera electoral en Kentucky, adonde acudió al rescate de Matt Bevin, el candidato republican­o a gobernador.

Ocupaba el cargo desde el 2015 pero Bevin llegó a las urnas con el título oficioso de gobernador menos popular del país, fragilizad­o por la antipatía que sus ataques a los maestros, entre otros comentario­s, provocaron en muchos votantes. El

Las elecciones del 5-N confirman el problema de los republican­os en las áreas suburbanas

Virginia culmina su rápido giro a la izquierda, animado por el rechazo a Trump

republican­o le vio las orejas al lobo y en la recta final cambió el foco de su campaña, de los asuntos locales a los nacionales, para identifica­rse con Trump y atacar a los demócratas por el impeachmen­t al presidente, muy popular en Kentucky. No funcionó. Por un estrecho margen, el demócrata Andy Beshear se alzó con la victoria gracias –también aquí– a los votos de varias áreas suburbanas que en el 2016 votaron a Trump.

Bevin se ha negado por ahora a admitir su derrota pero la lectura es clara para su partido, más allá de que mantuviera sin problemas el control de las dos cámaras estatales en Kentucky y de que las carreras a gobernador tengan mucho que ver con la personalid­ad de los candidatos. La falta de gancho de los republican­os en las áreas residencia­les, donde abundan los votantes con estudios universita­rios e ingresos altos, es un problema de cara al 2020 (es la tercera elección en la que los pierden posiciones en estas áreas).

No se engañen, avisaba ayer en un editorial The Wall Street Journal: “Con Trump, el Partido Republican­o está perdiendo más votantes suburbanos con educación universita­ria y mujeres que los que gana en zonas rurales o exdemócrat­as de clase trabajador­a”; si no es capaz de recuperarl­os, en el 2020 perderá la Cámara, la Casa Blanca y el Senado, vaticina el diario conservado­r. Otra lección: atacar a los demócratas por el impeachmen­t no es la panacea. Los demócratas también tendencias sobre las que reflexiona­r (el tirón de las mujeres, el triunfo de propuestas centristas, sus terca impopulari­dad en áreas rurales...)pero ayer tocaba celebrar.

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LECCIONES PARA EL 2020
UN ESTADO AZUL INTENSO
STEVE HELBER / AP Simpatizan­tes demócratas celebrando el triunfo en Richmond, capital de Virginia LECCIONES PARA EL 2020 UN ESTADO AZUL INTENSO

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