La moción de censura alimenta la pugna entre Ciudadanos y PSC
Iceta acusa al partido de Rivera de traspasar “todas las líneas rojas”
La fallida moción de censura a Quim Torra no consiguió poner en un aprieto al presidente de la Generalitat, que evitó incluso tomar la palabra (un gesto calificado de “cobarde” por Lorena Roldán), pero sí reabrió la guerra entre Ciudadanos y el PSC. Una vieja pugna por un espacio electoral que viene de lejos y que ahora tiene las elecciones del próximo 10 de noviembre, en las que los socialistas aspiran a recuperar mucho del voto que se fue a Cs, como elemento inflamable.
En Cs están molestos con la decisión de los socialistas catalanes de abstenerse en una iniciativa contra Torra que, consideran, todo constitucionalista debería apoyar tras las declaraciones de apoyo del Govern a los siete CDR detenidos por presunto terrorismo. A esto se le suma su enfado por el tono y algunas palabras de Miquel Iceta el lunes en el pleno, cuando el primer secretario del PSC llegó a tachar de “autoritarios” determinados planteamientos de Roldán, amén de considerarla una “fracasada”.
“Iceta llamó totalitarios a los constitucionalistas, algo que no le ha dicho en su vida a Torra. ¿De verdad el que aplaude la violencia es un demócrata mientras que el PP, Cs y sus votantes “son totalitarios?”, se preguntó el líder de Cs, Albert Rivera.
Detrás de esta polémica está también un tuit que escribió el dirigente de Cs Juan Carlos Girauta en su cuenta personal el lunes al calor del debate, describiendo a los dirigentes del PSC como “lameculos paniaguados mezclados con ladrones pijos”, además de “traidores, acomplejados, inmorales y nacionalistas”. Preguntado por estas descalificaciones, Rivera dijo no compartir estas duras palabras de su compañero.
Sí las jaleó y apoyó públicamente, en cambio, uno de los fundadores de Cs, el dramaturgo Albert Boadella. También en la red social Twitter, escribió: “Traidores, desde Maragall la doblez y la deslealtad ha sido vuestra senda camuflada. Ahora ya con descaro. Una actitud más repugnante aún que los separatistas”.
Los socialistas, por su parte, se sienten reforzados tras el trámite de la moción de censura, una operación que estiman que se ha vuelto “en contra” del partido naranja y, en concreto, de su nueva líder en Catalunya. “Quedó muy claro que lo hacían para intentar erosionar al PSC”, afirmó el primer secretario del partido, Miquel Iceta, en una entrevista en Telecinco.
En la formación que dirige Iceta sentó especialmente mal que Roldán los acusara de equidistancia respecto a la violencia, cuando, remarcan, dirigentes socialistas han sido asesinados por el terrorismo y se han desmarcado desde el primer momento de las supuestas operaciones que preparaban los CDR detenidos. “Han cruzado todas las líneas”, subrayó el líder del PSC.
Las encuestas a la baja de Ciutadans con vistas al 10-N están detrás, según los socialistas catalanes, de esta beligerancia de Roldán contra Iceta. El PSC aspira a crecer a costa de Cs, no sólo en las próximas generales, sino también en los futuros comicios catalanes, en los que esperan recuperar parte del electorado que votó por Inés Arrimadas el 21-D.
El presidente de Cs lamenta que el líder socialista llamara “totalitarios a los constitucionalistas”