Michelle Calvó toma la Moncloa
La actriz da vida a la jefa de prensa del gobierno en la serie ‘Secretos de Estado’
Michelle Calvó se instala desde este miércoles en la Moncloa como jefa de prensa. Que nadie haga saltar las alarmas. Allí no coincidirá con el presidente Pedro Sánchez ni con su consorte, Begoña Gómez. O sí, pero de una manera diferente. La actriz es una de las protagonistas de la nueva serie de Mediaset que se estrena hoy, Secretos de Estado, una ficción política basada en la erótica del poder y donde no faltarán tramas oscuras y triángulos amorosos comprometedores. Junto a Emmanuel Esparza (en el papel de presidente) y Miryam Gallego (la mujer del jefe de gobierno), compartirá secretos y situaciones delicadas en este thriller con algunos paralelismos con la política actual. Será una ficción donde los personajes competirán para ver quién manipula mejor. “Secretos de Estado no es una serie política, sino de personas que hacen política”, admite Calvó a La Vanguardia en lo que cree que será un producto “donde la gente se podrá sentir muy identificada con la vida real. Puede ser que, al final, la realidad termine superando la ficción”, advierte.
“Es muy triste tener que demostrar que más allá del físico hay trabajo y esfuerzo”, asegura la intérprete
La intérprete madrileña, de 26 años y criada en Tenerife, confiesa estar en su mejor momento profesional. Tras su participación en la serie Los nuestros 2, ahora se pone en la piel de Paula Campillo, su primer papel protagonista en la pequeña pantalla en un personaje que supone un reto interpretativo: “Paula es una mujer valiente, que defiende sus intereses en la profesión y que quiere que se le reconozca y se la tome en serio más allá de su físico”. Calvó confiesa que, como su personaje, ella se ha sentido en muchas ocasiones sólo juzgada por su rostro bonito: “Es muy triste tener que demostrar que más allá del físico hay un trabajo, una lucha, un esfuerzo”, admite la actriz. Ella también es feminista como su alter ego en la serie, aunque hay cosas que las separan: “Paula no es transparente y es muy manipuladora. Hacer un personaje así es agotador y muchos días llegaba exhausta a casa, pero esta serie me ha ayudado a entender que no es oro todo lo que reluce”. Y hace una confesión más: “Menos mal que no me muevo en este mundo porque si no me bajaría de la vida” (ríe).
Michelle explica que para construir su papel como jefa de prensa se ha inspirado en algunas periodistas –asegura no recordar el nombre– cercanas a la información política, pero “a las que no les gusta exponerse en los medios”. La actriz
cree que “tanto en política como en periodismo la mejor manera de ganar una batalla es ser capaz de sorprender”. Otra inspiración para ella ha sido el papel de Jessica Chastain en El caso Sloane.
La actriz, que es una gran apasionada de la moda y tiene un blog especializado y un canal de YouTube, es seguidora de la actualidad política aunque admite que hace años estaba más implicada y hoy en día está un poco desencantada. “Me duele mucho ver las personas que nos gobiernan, las decisiones que toman y las falsas verdades que nos incrustan en el cerebro.
¿Un consejo para cualquier presidente de gobierno?
“Que la información es poder y que deberá controlar en todo momento qué información le interesa que tenga el mundo”. Una lección que ha aprendido después de sumergirse interpretativamente en los más bajos fondos de la política. Palabra de Paula Campillo.