El Supremo rechazará que Puigdemont declare como testigo del 1-O
El Tribunal Supremo (TS) rechazará que el expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, declare como testigo y por videoconferencia en la vista del caso 1-O. En la actualidad, Puigdemont se encuentra procesado en rebeldía pero su caso el se halla archivado provisionalmente y así se mantendrá en tanto no esté a disposición del Tribunal Supremo, que a efectos del territorio español tiene dictada contra él una orden de detención.
Dado que no es previsible su regreso a España en fecha próxima, la cuestión sería ¿en qué condición tendría que declarar Carles Puigdemont? Si quisiera hacerlo como procesado, la ley otorga a los acusados el derecho a no declarar contra sí mismos, lo que supone que no están obligados a decir la verdad. En otras palabras, pueden mentir sin que les sea reprochable legalmente.
Pero en el caso de que el expresident sí declarara como testigo podría incurrir en una nueva supuesta responsabilidad penal si se acreditara que ha faltado a la verdad. Esa hipotética responsabilidad, en cambio, nunca podría exigirse a los procesados que estarán presentes y declararán como tales en el juicio.
La dificultad del encaje legal de la citación de Puigdemont es, por tanto, el factor esencial que llevará, con toda probabilidad, a rechazar la petición de que declare. Aun así, el examen de esta propuesta podría salvar un primer obstáculo, el del juicio de pertinencia. Es decir, en pura teoría el Supremo podría considerar que la declaración del expresident es en sí misma pertinente, por la obvia circunstancia de que tomó parte en los hechos enjuiciados. Pero aunque se estimara pertinente, no se aceptaría por videoconferencia, ya que nada impide su presencia en el juicio. Ahora bien, es obvio que si acudiera a la vista, sería detenido, como ya advirtió el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Paralelamente, el Supremo dictó ayer una providencia por la que incorpora sin más a la causa los informes en los que se basó la directora de la prisión de Lledoners, Paula Montero, para permitir la salida del exconseller Josep Rull con el fin de que visitara a su hijo en el hospital por causa urgente, el pasado día 5. La resolución supone que el Supremo no pone objeciones y da por buena la decisión que se adoptó.
El Alto Tribunal no cuestiona la salida de Rull de prisión tras recibir informes de la directora de Lledoners