El audaz empresario que fichó a Iniesta
HIROSHI ‘MICKEY’ MIKITANI, UN MULTIMILLONARIO DE 53 AÑOS QUE ASPIRA A DESBANCAR A AMAZON, ES EL HOMBRE QUE HA CONVENCIDO AL EXJUGADOR DEL BARÇA PARA QUE ACABE SU CARRERA EN JAPÓN
“Con mi amigo Mickey visitando las oficinas de Rakuten. Gran estancia en Tokio con él y su familia”, escribió Gerard Piqué en su perfil en Twitter, el 27 de junio del 2015, acompañando el texto con una foto en la que aparecía el jugador barcelonista con un japonés vestido de sport y zapatillas deportivas.
En aquel momento, seguramente, nadie le dio más importancia a aquella imagen, sin embargo, resulta que Mickey no es otro que Hiroshi Mikitani, un multimillonario japonés que preside el gigante del comercio electrónico nipón Rakuten, conocido
El gran seísmo de Kobe de 1995 le cambió la vida y le impulsó a crear su empresa para ayudar a su país
Engrosa un colectivo de emprendedores que quiere modernizar la forma de hacer negocios en Japón
como el Amazon japonés, que ha convencido a Andrés Iniesta para que fiche por el club de fútbol de su ciudad natal, el Vissel Kobe y termine su carrera como futbolista en el país del sol naciente.
La imagen de aquella foto espontánea de Piqué con Mikitani dice, sin embargo, mucho de este empresario de 53 años, que en su país forma parte de un grupo de hombres de negocios que con su forma de actuar ha sacudido las tradicionales prácticas comerciales niponas. Una generación de emprendedores con mentalidad internacional y muy audaces. Capaces de manejar técnicas comerciales ajenas a la cultura local con tal de afianzar su empresa. Un colectivo en el que además de este creador de tendencias –como le gusta autodefinirse según declaró en su día al Financial Times– se hallarían empresarios como el fundador de Uniqlo, Tadashi Yanai, y el emprendedor Yoshikazu Tanaka, que se ha hecho de oro con Gree, una empresa de juegos sociales adaptada a los móviles.
Pero Mickey Mikitani nunca fue así. Nacido en el seno de una familia conservadora de Kobe, a este hijo de un economista y nieto del cofundador de la mítica empresa de material fotográfico Minolta, le cambió la vida el gran terremoto de Kobe de 1995, en el que murieron dos tíos suyos además de bastantes amigos y conocidos. “En esos días me dí cuenta cómo de débil es nuestra existencia. Sólo tenemos una vida y debe ser vivida al máximo”, escribió en su momento en la revista de Harvard. Una idea que desde entonces intenta aplicar siempre.
Aquel seísmo provocó un terremoto interior en Mikitani. Aquel joven que había vivido su adolescencia en Nueva York, había estudiado en la Universidad de Harvard y trabajaba en el Banco Industrial de Japón, decidió romper con todo y crear su propia empresa, llamada Crimson Group, con el objetivo de contribuir a relanzar y revitalizar la economía japonesa. Un objetivo que aún persigue hoy en día.
Con esta idea decidió apostar por el comercio electrónico y en mayo de 1997 fundó la firma Rakuten. Veinte años después, este grupo cuenta con más de 14.000 empleados, factura más de 7.000 millones de euros y ha convertido a Mikitani en uno de los mayores multimillonarios de Japón, con una fortuna estimada de 5.400 millones de dólares según la revista Forbes. Unos resultados que le llevan a soñar con desbancar algún día al gigante Amazon.
Un éxito que este padre de familia de dos hijos atribuye a que su empresa se ha expandido más allá de las fronteras japonesas y que lo ha hecho gracias a que en Rakuten ha implantado el inglés como idioma de trabajo. Una lengua que considera imprescindible en la era de internet. Una obsesión que le ha llevado a acuñar el término inglesización para definir el programa de formación para sus empleados, que cree que debería aplicarse de forma generalizada en la sociedad japonesa para evitar el declive del país. “El inglés es un lenguaje para globalizarte, para hacerte cambiar”, acostumbra a decir.
Una filosofía que le ha llevado a fijarse también en el deporte como un vehículo para convertir a Rakuten en una firma global. Una idea que le ha impulsado a patrocinar a los Golden State Warriors de San Francisco en la NBA y al Barça en el fútbol europeo. Unos equipos a los que suma el conjunto de béisbol japonés Tohoku Rakuten Golden Eagles de Sendai y el Vissel Kobe, de la liga nipona de fútbol. Un equipo conocido popularmente como las vacas –por la fama de la carne de ternera que tiene la ciudad– en el que a partir de ahora jugará Andrés Iniesta, otra figura global que comparte con Mikitani que los proyectos alimentan la vida y hay que vivirla al máximo.