“C’est toujours le printemps!”
En esa primavera –con mayúscula y con minúscula– que brota por todos los resquicios del cemento del Fòrum, ayer se escuchó más francés que en los demás días. Brilló la luz de las miradas entre una madre y su hija, que a su vez fueron pareja e hija de Serge Gainsbourg (19281991), el gran mito de la chanson. Por primera vez en su vida, Jane Birkin y Charlotte Gainsbourg coinciden en el cartel de un mismo festival. La hija actuó la pasada medianoche. La madre –inglesa– lo hará hoy (19.50 h) en un espectacular homenaje sinfónico a su expareja, acompañada de 50 músicos de la Orquestra Simfònica del Vallès. Ambas asistirán como espectadora al concierto de la otra.
“Una orquesta clásica es lo máximo –exclamó Birkin–, te sientes como si volaras, creo que el show son ellos, la belleza que crean es descomunal”. Las tres veces que Charlotte la ha visto, ha sentido que “lo que creó mi padre no se acabará jamás”. Birkin matizó que está un poco harta de que le hablen de lo romántico que fue cantar Je t’aime... moi non plus –considerada la canción más sexy de la historia– con Gainsbourg porque “en realidad, ¡él grabó esa canción con Brigitte Bardot, la hizo para ella! (y con jadeos reales). Un año después, me pidió si la quería grabar yo. ¿Y por qué no?”.
Charlotte interpretó temas de su último álbum Rest, donde ha tenido colaboradores de lujo, en la canción que da título al álbum –obra de Guy-Manuel de Homem-Christo, de Daft Punk– o Songbird in a cage, de Paul McCartney. Rest es también un asunto familiar pues exterioriza el dolor que le produjo las muertes de su padre –tenía 19 años– y de su hermana, la fotógrafa Kate Black, que se tiró por una ventana en el 2013.
¿Han pensado actuar juntas alguna vez? “No”, respondieron, para luego matizar (Birkin) que “un día tal vez”. ”Las cosas tienen que surgir, ha de darse una ocasión”, añadió Charlotte.
Algo molestas por que la primera pregunta de su encuentro con periodistas versara sobre los ataques sexuales en la industria del espectáculo –“esto parece Estados Unidos”–, dijeron (Charlotte) que “mi lado francés ve el tema como muy exagerado, pero tal vez sea necesario para que haya avances”. Birkin apuntó que “hay que ser cuidadosos, a veces estas revoluciones se cobran víctimas colaterales, si una odia a su marido puede pensar que es el momento de vengarse”.
Hace 50 años, cuando Gainsbourg y Birkin grabaron su canción, los jóvenes franceses gritaban: “¡Bajo los adoquines, está la playa!”. Aquí, en el cemento del Fòrum, es literal: hay incluso zona de baños. ¿Se estarán cumpliendo las utopías?
“Me molesta que me hablen de lo romántica que es ‘Je t’aime...’, ¡Serge la hizo para Brigitte Bardot!”