La Vanguardia (1ª edición)

De la nada al progreso

La muerte de Pol Pot en 1998 marcó el inicio de la transforma­ción de Camboya

- ISIDRE AMBRÓS

Hong Kong. Correspons­al

De la nada al progreso. De la azada y el carro de bueyes al móvil y a las redes sociales. Tal es el salto que han dado los camboyanos en los últimos veinte años. Una transforma­ción que nada tiene que ver con aquel hombre nuevo que entre los años 1975 y 1979 intentaron crear los jemeres rojos, bajo el liderazgo de Pol Pot, que en su afán de ir más allá de las doctrinas comunista y maoísta vaciaron las ciudades y mataron de hambre, penalidade­s y purgas a 1,7 millones de personas.

Hoy, veinte años después de que Pol Pot falleciera en la jungla camboyana, Phnom Penh, la capital de Camboya, se ha convertido en el máximo exponente de la rápida transforma­ción que vive el país. Es una ciudad en pleno desarrollo, y sus habitantes sufren los efectos de la especulaci­ón urbanístic­a y del caos circulator­io como cualquier gran urbe asiática. En la isla del Diamante, bañada por el Mekong y conectada a la ciudad por un moderno puente, florecen altos y modernos edificios de apartament­os, y su skyline empieza a estar definido por rascacielo­s que sugieren la afluencia de grandes inversione­s.

Una realidad auspiciada por la mano dura con que gobierna el primer ministro Hun Sen desde hace más de tres décadas y por la afluencia de capital chino. “Sin la ayuda china, no iríamos a ninguna parte”, ha señalado recienteme­nte Phay Siphan, un portavoz del Gobierno.

Y es que el gigante asiático es desde mediados de los años noventa el gran banquero de este país del Sudeste Asiático, uno de los más pobres de la región. Sus inversione­s directas se elevan a 16.200 millones de dólares desde 1994. En ayuda al desarrollo, el régimen chino desembolsa

“Sin la ayuda china no iríamos a ninguna parte”, reconoce un portavoz del Gobierno camboyano

anualmente 200 millones de dólares más, según Cambodge Mag.

Esta es una cooperació­n que favorece los intereses de los dos países. El capital chino financia la agricultur­a, las minas, los proyectos de infraestru­ctura, la construcci­ón de modernos edificios y, en definitiva, la industrial­ización. Este progreso, aun así, no ha logrado reducir las enormes diferencia­s sociales en un país cuyo salario medio asciende a unos 250 euros, ni cicatrizar las heridas de una sociedad dividida entre los verdugos jemeres y sus víctimas.

A cambio de recibir esta ayuda del gigante asiático, Camboya le ofrece un inestimabl­e apoyo estratégic­o. Le abre las puertas de la Asean y se convierte en el brazo ejecutor de sus intereses políticos en esta organizaci­ón. En varias ocasiones, sus dirigentes han bloqueado declaracio­nes críticas hacia Pekín por su comportami­ento en las disputadas aguas del mar Meridional de China.

Pero el reflejo más claro de la rápida transforma­ción que experiment­a Camboya lo revela el colapso circulator­io que sufre Phnom Penh. “Cuando llegué hace quince años, había muchísimas bicicletas, muchas motos, muy pocos coches y ningún deportivo. Ahora, hay atascos por todas partes, los Lamborghin­i, Ferrari y MacLaren son habituales, hay muchas motos y hay muy pocas bicicletas”, cuenta Salvador Fernández, fundador y director de la agencia de viajes Camboya Increíble.

Este emprendedo­r español, que ha vivido la rápida evolución de este país, advierte, no obstante, que una cosa es la capital y otra muy distinta el resto del país y subraya que hay muchas carencias. “Antes había muy pocas calles asfaltadas y sin alumbrado. Ahora las mayoría de las vías están asfaltadas, pero siguen sin estar iluminadas, al margen de otros servicios inexistent­es”.

Por el momento, las autoridade­s locales se han limitado a intentar resolver los problemas de tráfico de la capital. Para ello han apostado por el transporte público y han puesto en marcha tres líneas de autobuses, en los que el billete cuesta tan sólo 30 céntimos de euro. Desde esta semana, asimismo, un servicio de tren gratuito enlazará el aeropuerto con Phnom Penh.

 ?? KYODO ?? Pol Pot lidera una marcha de los Jemeres Rojos en Camboya
KYODO Pol Pot lidera una marcha de los Jemeres Rojos en Camboya

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain