El modelo público-privado es el “único válido”, según Àngel Simon
Aigües de Barcelona destaca su contribución al progreso en su 150.º aniversario
La celebración del 150.º aniversario de Aigües de Barcelona, ayer, se convirtió en un alegato de la colaboración público-privada en la gestión del agua en pleno debate sobre su municipalización. Esta alianza “es el único modelo válido para hacer frente a los retos que tenemos”, defendió Àngel Simon, presidente ejecutivo de Agbar, en su discurso. Por ello, pidió al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que presidió el acto, que “preserve” esta fórmula, que se ha demostrado “de éxito en prácticamente todos los ámbitos de la economía y la sociedad”.
El president recogió el guante y abogó por el “liderazgo público” y la “diversidad de proveedores”, valorando, “caso a caso” quién puede hacerlo mejor, pero “sin caer en apriorismos ideológicos”. Tras destacar la “buena gestión” de Aigües de Barcelona, especialmente en favor de las buenas prácticas de consumo de un recurso escaso, como es el agua, Puigdemont recordó que “el debate correcto no es principalmente quién tiene que gestionar el servicio, sino qué elementos hay que tener en cuenta para garantizar la mejor calidad y la mejor eficiencia en su prestación”.
A la celebración, en el Museu Agbar de les Aigües, en Cornellà, también asistieron, entre otras autoridades, los consellers de Territori, Josep Rull, y Agricultura, Meritxell Serret; el alcalde de Cornellà y vicepresidente ejecutivo del Àrea Metropolitana, Antonio Balmón; la alcaldesa de l’Hospitalet, Núria Marín, y el alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros. No hubo representación política del Ayuntamiento de Barcelona –uno de los que se han planteado la municipalización de la gestión del agua–, pese a que recibió una “comunicación” de la celebración del acto, reconoció un portavoz consistorial. La compañía aseguró que no sólo informó, sino que envió invitaciones a la alcaldesa, Ada Colau, y varios tenientes de alcalde.
En su discurso, Simon destacó la contribución de Aigües de Barcelona al progreso de la ciudad, a cuya transformación siempre ha estado ligada. Y subrayó su compromiso social, que se concreta, entre otros aspectos, en el fondo con el que subvenciona el recibo a 50.000 personas vulnerables. También destacó su papel en la creación de riqueza –aportó 904 millones de euros en el 2015 a la economía catalana, el 0,42% del PIB–; en la innovación, a la que destina más de 20 millones al año, y en la internacionalización. “Nos reconocen –enfatizó– como embajadores de Barcelona, de Catalunya y de España en el mundo”.
Al acto, presidido por Puigdemont, no acudió ningún miembro del equipo de Colau