Putin ofrece a Occidente una “unión mundial” contra el terrorismo
Rusia conmemora la victoria sobre los nazis con desfiles y marchas populares
Un año más, Moscú celebró ayer con un estupendo desfile militar el Día de la Victoria contra la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, hace 72 años. En su discurso en la plaza Roja, el jefe del Kremlin, Vladímir Putin, se mostró abierto a la colaboración con los países occidentales, a pesar de la crisis abierta desde hace tres años por la anexión de Crimea y la guerra en el este de Ucrania. Animó a los soldados rusos diciéndoles que hoy tienen capacidad para rechazar cualquier agresión, pero dijo que se necesita una “coalición internacional” para hacer frente a amenazas globales como el terrorismo.
Como es tradicional, la parada militar comenzó en la plaza Roja con el “Zdrávstvuite, továrischi!” del ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, de pie en un coche descapotable negro marca ZIL. Toda la formación respondió con tres atronadores y marciales “¡hurra!”. El desfile comenzó tras un minuto de silencio y el breve discurso del presidente Putin.
En la parada participaron 10.000 personas y 114 vehículos, incluidos misiles de defensa antiaérea Pantsir-SA y misiles balísticos intercontinentales Yars RS-24, capaces de transportar ojivas nucleares. “No hay, no ha habido y no habrá en el mundo fuerzas capaces de derrotar a nuestro pueblo”, dijo Putin.
También estaba previsto que cruzaran el cielo de la plaza Roja 72 aviones y helicópteros, pero el tiempo, con lluvia e intensa nieve la víspera, no acompañó, así que hubo que suspender este espectáculo, que incluía buena parte de los cazas que Rusia utiliza en sus operaciones militares en Siria.
Desfilaron también vehículos militares antiguos, como el legendario tanque soviético T-34-85, y otros modernos como el TB-72B3, salido de fábrica el año pasado y ejemplo de la reciente modernización del ejército ruso.
Todos desfilaron frente a la tribuna, instalada al lado del Mausoleo de Lenin y desde la que presenciaron el espectáculo políticos, al- tos mandos militares y veteranos de la Segunda Guerra Mundial, llamada Gran Guerra Patriótica en Rusia y otras exrepúblicas soviéticas.
Desde esa tribuna, Putin recordó que la victoria costó pérdidas irreparables. “Nunca olvidaremos que la libertad de Europa y la paz tan esperada en el mundo la lograron nuestros padres, abuelos y bisabuelos”, subrayó. La URSS sufrió entre 20 y 27 millones de muertos.
Gobiernos de otras exrepúblicas soviéticas han criticado a Moscú por intentar apropiarse de este hecho histórico. El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, dijo el lunes que Rusia utiliza el aniversario “para satisfacer su propio revanchismo e imperialismo”.
“Inclinamos nuestras cabezas ante la santa memoria de quienes no volvieron”, dijo Putin ayer. Según el líder ruso, en aquella época fue imposible evitar la guerra “debido a la falta de unidad de los pueblos”. Putin aseguró que “para la lucha contra el terrorismo se necesita consolidar una completa unión mundial”, en lo que podría ser un guiño a los países occidentales.
Pero como se está demostrando en Siria, una coalición contra organizaciones como el Estado Islámico y Al Qaeda es muy complicada debido a la crisis entre Rusia y Occidente, que ha alcanzado niveles similares a los de la guerra fría.
“Estamos abiertos a esta colaboración, Rusia siempre estará al lado de las fuerzas de paz, con aquellos que eligen el camino de la asociación entre iguales, con quienes niegan la guerra como lo contrario a la esencia de la vida y de la naturaleza humana”, dijo ayer Putin.
También se celebraron desfiles en otras ciudades rusas. Tas la parada militar, miles de personas participaron en Moscú en la llamada procesión del Regimiento Inmortal, donde los participantes llevan retratos de sus familiares muertos en la Gran Guerra Patriótica, una práctica que se inició en el 2011 en la ciudad de Tomsk.
“No hay, no ha habido y no habrá fuerza capaz de derrotar a nuestro pueblo”, asegura el líder ruso