¿Qué hacemos ahora?
En apenas un mes y medio, diez mujeres (y dos hijas) han sido asesinadas por su pareja Los diputados se reúnen hoy en la subcomisión que busca alcanzar un pacto de Estado Combatir la cultura machista es la herramienta esencial para erradicar este tipo d
Diez mujeres asesinadas (y dos hijas) en poco menos de un mes y medio. Exactamente, en 44 días. La mayoría jóvenes, incluso un bebé de un año que ni siquiera había tenido tiempo de saborear la vida. Otra había estrenado la mayoría de edad hacía escasos meses. Doce vidas truncadas, a lo que hay que sumar el inmenso daño que ha ocasionado a sus familias, a sus amigos. En especial, a esos tres niños que han quedado huérfanos de madre en manos de la persona que supuestamente la quería... Esa es la realidad a la que tendrán que dar respuesta y soluciones los grupos parlamentarios que hoy se reúnen en el Congreso para intentar alcanzar un pacto de Estado para erradicar la violencia de género, un tipo de violencia que supone entre un 20% y un 25% de los asesinatos que se registran cada año en España.
Pero ¿qué soluciones puede haber para atajar estos asesinatos?, ¿qué hacer para evitar que miles de mujeres sean víctimas de maltrato? España cuenta con una ley específica de lucha contra este tipo de violencia que, con toda seguridad, será ampliada en ese nuevo pacto de Estado al incorporar no sólo el daño causado a las mujeres por sus parejas o ex parejas, como hasta ahora. Se incluirán también aquellas otras violencias ejercidas contra las mujeres por el mero hecho de serlo, como la violación, la ablación o la trata con fines sexuales (tal como se comprometió España con la firma del convenio de Estambul).
Pero el problema de la violencia de género no es sólo un problema jurídico, ni tampoco de seguridad (aunque se precise más coordinación y más personal) o de recursos sociales (claramente insuficientes). Como han explicado a
La Vanguardia expertos que desde esta misma tarde participarán en la subcomisión del Congreso por ese pacto, el gran problema (y la gran solución) tiene que ver con la prevención. Porque la violencia de género no podrá ser erradicada si no se busca y se ataja su simiente: el machismo que aún perdura en la sociedad. Y eso, indican, hay que acometerlo desde la escuela y las familias, desmontando valores y creencias que van en contra de la igualdad de sexos y de los derechos humanos.