Muere José Ángel Sánchez Asiaín, expresidente del BBV, a los 87 años
Exdirectivo del antiguo Banco de Bilbao, fue pionero de la concentración del sector
José Ángel Sánchez Asiaín, expresidente del Banco de Bilbao (1974-1988) y del Banco Bilbao Vizcaya (1988-1990), murió el pasado sábado en Madrid, a los 87 años. Con su fallecimiento, desaparece el último de los máximos representantes financieros de los siete grandes –como se conocía en los años ochenta del siglo pasado a la élite bancaria española–, en el que se encontraban Alfonso Escámez (Central), Claudio Boada (Hispano Americano), Pedro de Toledo (Vizcaya), Emilio Botín (Santander), Luís Valls (Popular) y Pablo Garnica (Banesto).
Tras la fortísima crisis bancaria de finales de los años setenta y principios de los ochenta, los presidentes de las siete mayores entidades supervivientes rigieron los destinos de la economía española durante varios años, hasta que, a finales de esa década, el proceso de concentración bancario y la licencia para la expansión de las cajas de ahorro fuera de sus comunidades cambiaron de nuevo por completo el mapa de la banca en España. Uno de los precursores de esta transformación fue, precisamente, Sánchez Asiaín, un banquero hecho a sí mismo, humilde en sus orígenes –era de Barakaldo, de la obrera margen izquierda de la ría de Bilbao– y también al final.
Como presidente del Bilbao desde 1962, entendió en esos años que el futuro pasaba por ganar músculo. Todos o casi todos lo vieron así, pero él tuvo la valentía de dar el primer paso y en noviembre de 1987 se reunió con José María López de Letona, consejero delegado del Banco Español de Crédito (Banesto). La aproximación fracasó y, pocos días después, el Bilbao lanzó una opa hostil sobre Banesto. Su presidente, Pablo Garnica, dimitió para facilitar la operación, pero el consejo nombró entonces como presidente a un joven abogado del Estado, Mario Conde que, de la mano del financiero Juan Abelló, logró apoyos para rechazar la oferta y seguir independiente durante unos años. Sánchez Asiaín reaccionó con rapidez y menos de un mes más tarde ya había acordado con Pedro de Toledo, su homólogo en el Vizcaya, la formación del BBV. Empezaba el baile de fusiones.
Al nuevo grupo le fue muy bien en los años siguientes y buena parte de la culpa la tuvo Sánchez Asiaín, un banquero atípico en muchas cosas. En primer lugar, por su formación, ya que fue doctor en Economía y catedrático de Hacienda Pública y Derecho Fiscal, lo que le llevó a ingresar en cuatro reales academias: Ciencias Morales y Políticas, Historia, Ciencias Económicas y Financieras y Bellas Artes. Pero también, por su manera de hacer banca, en la que destacó por su prudencia, aunque supo también asumir ciertos riesgos, como cuando apostó, contra el criterio de buena parte de su consejo de administración, por la comercialización de las tarjetas de crédito, una práctica pionera en España.
En 1990, con 61 años, dejó la presidencia del BBV en manos de Emilio Ybarra, y abandonó la primera línea bancaria para dedicarse a múltiples actividades relacionadas con la universidad, la investigación y la filantropía. Así, fue miembro de la Fundación Conde de Barcelona, impulsada por La Vanguardia; presidió la Fundación Cotec para la Innovación Tecnológica y la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, y fue también presidente de honor de la Fundación BBVA y del Colegio Libre de Eméritos.
La noticia de la muerte de Sánchez Asiaín trajo ayer las habituales muestras de condolencia y múltiples elogios. Íñigo Méndez de Vigo, portavoz del Gobierno, dijo que fue “uno de los banqueros y economistas más brillantes de la historia moderna española”. Ana Botín, presidenta del Santander, alabó su “ejemplaridad” y resaltó su contribución a que “la banca española sea hoy una de las más solventes y eficientes de Europa”.
Isidro Fainé, presidente de la Fundación Bancaria La Caixa, dijo
De origen humilde, destacó por su gran formación e inquietud por la investigación, la cultura y el ser humano
de Sánchez Asiaín que “tiene sin duda reservada una relevante página en la historia del mundo económico, académico y empresarial”. Tampoco se quedó corto Jordi Gual, presidente de Caixa Bank, quien afirmó que “su excepcional currículum demuestra su pasión y entrega en todos los ámbitos en los que desarrollaba su trabajo, desde el mundo académico, empresarial, cultural y social”. Por último, Francisco González, presidente del BBVA, habló del “carácter ejemplar” en su proceder personal y profesional de Sánchez Asiaín y José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, declaró que “fue un ejemplo para todos, un pionero, un gran banquero”.