La chispa de un cohete pudo prender otro que mató a un niño en Granada
La Guardia Civil ha identificado y puesto a disposición judicial al vecino de la localidad granadina de Montillana, de apenas 1.300 habitantes, que disparó el cohete que causó la muerte a un niño de cinco años, en la tarde del pasado domingo. El juez le ha dejado en libertad provisional porque considera que no hay riesgo de fuga. Podría ser procesado como autor de un homicidio imprudente.
Como casi siempre ocurre en este tipo de accidentes, todo se debió a una concatenación de hechos que terminaron en tragedia. El niño de cinco años, del que no se ha revelado la identidad, no tenía que estar allí cuando se produjo el suceso. Tampoco es vecino de Montillana sino de la localidad vecina de Alcalá la Real, ya en la provincia de Jaén. El destino quiso que el pequeño estuviera en el lugar equivocado en el peor momento.
Su padre había participado esa mañana en el rally automovilístico, una de las grandes atracciones de las fiestas de la localidad. Después, un arroz multitudinario entre vecinos y pilotos y vuelta a casa. Pero el ambiente era tan agradable que los progenitores del pequeño decidieron prolongar la estancia y esperar hasta la celebración de las vaquillas, cuyo chupinazo estaba previsto para las siete de la tarde. Al parecer, según testimonio de Juan Rodela Muñoz (PP), alcalde de la localidad, que no se encontraba en el lugar de los hechos y que, por tanto, se refiere a versiones que le han proporcionado otros vecinos, alguien disparó un cohete con tan mala fortuna que una de las chispas impactó y activó otro, que estaba en el suelo, y fue este proyectil descontrolado el que alcanzó de lleno al niño. La policía judicial continuaba ayer con la investigación de las circunstancias del suceso. Su trabajo, según fuentes policiales consultadas, se centra en determinar si el cohete se lanzó de manera imprudente, o todo se desencadenó por algún defecto de fabricación. En este último caso, la responsabilidad se trasladaría al fabricante de los artefactos.
A pesar de la rapidez con la que el pequeño fue trasladado al Parque Tecnológico de la Salud de Granada, ingresó ya cadáver. Las fiestas patronales fueron inmediatamente canceladas y los vecinos se congregaron ayer entre muestras de dolor para guardar un minuto de silencio frente al Ayuntamiento montillano. El Consistorio ha declarado tres días de luto oficial.
La policía judicial investiga si fue una imprudencia o todo ocurrió por un defecto de fabricación