El president se da por enterado.
Munté evita hablar de desacato y apela a la “obediencia” al Parlament
Puigdemont y Junqueras reciben, de manos de un enviado del TSJC, la resolución del Tribunal Constitucional que suspende las conclusiones sobre el proceso constituyente aprobadas en el Parlament.
Aparentemente el Govern no se ha acobardado ante la suspensión por parte del Tribunal Constitucional de las conclusiones de la comisión constituyente. Al contrario, pues ayer la portavoz del Ejecutivo catalán, Neus Munté, se atrevió a lanzar un aviso al Estado, a quien acusa de “judicializar” la política: a su parecer, el Alto Tribunal tendría que ser “un árbitro para dirimir la constitucionalidad de las leyes”, y no entenderlo como un “órgano ejecutor” capaz de “tumbar opiniones o debates que tienen un carácter político”. Además acusó al Estado y al TC de usar la Constitución como código penal.
El caso, sin embargo, es que Munté consideró que las conclusiones aprobadas por el Parlament entran dentro de la categoría de “declaraciones políticas respetables y amparadas en el derecho a la libertad de expresión y opinión recogidos en la Constitución”.
A pesar de todo, la también consellera de Presidència atacó al Gobierno del PP. La suspensión, automática desde que el Ejecutivo español presenta cualquier impugnación, enfría la vía penal, cosa que Munté recordó para afirmar que el Estado pretendía que el TC “fuera más allá”.
Eso sí, el Govern evita hablar de “desacatar” o “desobedecer” y utiliza un lenguaje en positivo. El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, marcó el camino con un tuit en que se expresaba en términos de “obediencia al Parlament” y de “compromiso con los ciudadanos”. Munté siguió la línea dibujada por su jefe y dribló cualquier insinuación de los periodistas con la misma fórmula: “El Govern obedece el mandato democrático emanado del 27-S”. “Seguiremos trabajando y caminando. No somos demasiado dados a gesticular, sino a hacer el trabajo”, remachó Munté.
Igualmente, la consellera advirtió que la hoja de ruta independentista sigue saliendo adelante: “Avanza y avanza a buen ritmo en todo lo que depende de Catalunya”.
No todo son enfrentamientos directos con el TC. Ayer el Govern inició los trámites para recuperar el impuesto nuclear y esquivar así la declaración de inconstitucionalidad. El Ejecutivo catalán también ha reformulado el tributo sobre grandes establecimientos comerciales para adaptarlo a las recomendaciones de la UE. La previsión es ingresar los 40 millones anuales que preveía el antiguo impuesto nuclear, y mantener los 15 millones anuales en cuanto al nuevo impuesto sobre grandes establecimientos.
El Ejecutivo catalán inicia los trámites para recuperar el impuesto nuclear y lo reformula para esquivar el TC
Tal y como avanzó La Vanguardia, el Govern ha modificado ambas tasas para transformarlas en impuestos estrictamente medioambientales: el de las nucleares grava el riesgo que suponen la producción de elementos radiotóxicos y su custodia “mientras no sean depositados o neutralizados en un almacén de larga duración”; mientras que el segundo grava el impacto medioambiental que puede ocasionar la afluencia de vehículos a las grandes superficies comerciales, en lugar de hacerlo sobre el área que ocupaban (si superaban los 2.500 metros cuadrados).
Por otra parte, de cara a la cuestión de confianza a la que se someterá Puigdemont el 28 de septiembre, Munté aseguró que desconocía cuándo piensa el presidente reunirse con la CUP, pero subrayó que el Govern mantiene contactos sobre este asunto con todas las formaciones políticas.