Christina Grimmie recibió a su asesino con un abrazo
El autor de disparos, de Tampa, sería un fan desequilibrado
“Tenía los brazos abiertos para darle un abrazo”, ha contado una testigo del asesinato de la youtuber y cantante Christina Grimmie. Decenas de fans se congregaron la noche del viernes en la zona de bastidores del teatro de Orlando en el que la artista, de 22 años, acababa de dar un concierto. Querían un autógrafo de Christina. Y entre ese grupo (alrededor de 120 personas) se camufló Kevin James Loibl, de 27 años.
Cuando llegó su turno la joven cantante, cuya fama se disparó tras su paso por la versión americana de The Voice, abrió sus brazos para abrazarle. Pero Kevin no había viajado desde Tampa a Orlando para conseguir un autógrafo, ni tampoco una selfie. El joven había ido a ese teatro con otras intenciones. Caminó hasta plantarse a sólo unos centímetros de Christina y sin mediar palabra, han relatado testigos del crimen, sacó una pistola y efectuó al menos cuatro disparos. Dos de esas balas alcanzaron a la joven en la cabeza. La sacaron del teatro aún con un hilo de vida, pero Grimmie murió pocas horas después de ingresar en un hospital. Kevin se suicidó segundos después al verse acorralado.
La Policía de Orlando considera, en esta primera fase de las pesquisas, que el asesinato de Christina Grimmie es obra de un fan desequilibrado. Los investigadores están vaciando ahora los datos del teléfono y el ordenador de este joven de Tampa y de momento no han encontrado ningún dato que demuestre que conocía personalmente o había tenido algún contacto, a través de las redes sociales, con la joven cantante, muy popular en YouTube. La Policía sí da por hecho que Kevin viajó desde su casa a Orlando con la intención de matar a Christina. Entró en el teatro con dos pistolas, munición y un cuchillo de grandes dimensiones. El local no dispone de detectores de metales (los porteros sí que miraban el interior de bolsos y mochilas) y por lo tanto no saltó ninguna alarma.
La duda de si Kevin tenía pensado ya de antemano suicidarse tras matar a la cantante o bien había preparado otros planes la despejó ayer la Policía de Orlando. El joven de Tampa no tiene coche, ni conduce. Llegó a Orlando en transporte público y entre sus pertenencias se encontró un billete de vuelta a su casa. Por lo tanto no pensaba suicidarse, sostienen los investigadores. Lo hizo al verse acorralado en el mismo escenario del crimen. Después de disparar contra Christine, el hermano de la cantante (Marcus) que estaba a escasos metros de la joven se abalanzó contra Kevin y lo tiró al suelo. Fue en ese momento cuando el joven de Tampa se pegó un tiro en la cabeza.
Marcus Grimmie ha sido considerado, en las redes sociales, como un héroe, pues no se descarta que Kevin tuviese pensado disparar también contra las decenas de fans que aguardaban su turno para conseguir un autógrafo de Christina.