EE.UU. captura en Iraq a un jefe del programa de armas químicas del EI
El Pentágono tiene un comando sobre el terreno para eliminar a líderes yihadistas
Un comando de las fuerzas especiales de Estados Unidos capturó hace unas semanas en Iraq a un ingeniero jefe del programa de armas químicas del Estado Islámico (EI), han revelado fuentes no oficiales iraquíes y estadounidenses. El interrogatorio al ingeniero apresado, que permanece en manos de las fuerzas estadounidenses en suelo iraquí, ha permitido a la coalición aliada lanzar dos bombardeos contra el arsenal ilícito del grupo yihadista.
El Pentágono no lo ha querido confirmar oficialmente para no revelar detalles de las operaciones de esta unidad especial, enviada sobre el terreno con la misión de apresar y eliminar a líderes del EI. Sería el primer éxito conocido del comando, del cual el secretario de Defensa, Ash Carter, dijo en diciembre que haría “cosas importantes”. Es la mayor fuerza de combate que EE.UU. despliega en Iraq desde que se retiró a finales del 2011.
El experto químico, identificado como Suleiman Daud al Afari, habría sido capturado en febrero en la localidad de Badush, situada al noroeste del bastión yihadista de Mosul. Según responsables iraquíes, se trata de un ingeniero industrial que trabajó en el programa químico del ex dictador Sadam Husein y que se unió a las filas yihadistas hace años.
Ya había indicios del uso de armas químicas por el EI en Iraq y Siria, pero la información proporcionada por Al Afari ha permitido saber más sobre dónde las produce y almacena. Se cree que el EI tiene una unidad especial de armamento químico formada por científicos iraquíes de la época de Sadam y expertos extranjeros.
El ingeniero habría confesado a sus interrogadores que el grupo yihadista cuenta con gas mostaza y ha logrado cargarlo en proyectiles de artillería. Su información ha permitido dos bombardeos de la coalición liderada por EE.UU. para destruir una planta de producción en Mosul y una unidad táctica relacionada con el programa químico cerca de la ciudad, según reveló The New York Times citando fuentes del Pentágono.
“Ya hemos dicho antes que (los yihadistas) han utilizado armas químicas tanto en Iraq como en Siria: gas mostaza concretamente. Todo aquel que fabrique y utilice armas de destrucción masiva, especialmente un grupo terrorista como el EI, debería saber que no tenemos intención de permitirles que lo sigan haciendo”, declaró Jeff Davis, portavoz del Departamento de Defensa, preguntado sobre Al Afari.
Precisamente ayer salió a la luz un posible ataque químico del EI en Taza, un pueblo turcomano chií del norte de Iraq donde más de 40 personas han sufrido asfixia parcial o irritaciones cutáneas tras un ataque yihadista con fuego de mortero y misiles. Aunque la región ha estado bajo fuego yihadista desde hace meses, es la primera vez que se sospecha el uso de armas químicas, debido al alto número de personas que se
Washington no confirma que tiene al ingeniero pero dice que ha matado al “ministro de guerra del califato”
sintieron enfermas justo después del bombardeo. Fuentes locales apuntan al uso de gas cloro.
Estados Unidos ha intensificado los ataques selectivos contra líderes del EI. Este martes el Pentágono anunció que había eliminado a Abu Omar al Shishani (Omar el Checheno), a quien calificó de “ministro de la guerra del califato”, en un ataque aéreo en el noroeste de Siria en el que habrían perecido otros 12 yihadistas. El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, grupo opositor al régimen de Bashar el Asad que cuenta con una amplia red de informadores sobre el terreno, asegura sin embargo que el miliciano ha sobrevivido aunque está “gravemente herido”.
Famoso por su casquete negro y su larga barba pelirroja, Omar al Shishani se ha convertido en uno de los líderes yihadistas más buscados y ya ha sido dado por muerto hasta siete veces. Se hizo muy famoso al amenazar de muerte al presidente ruso, Vladímir Putin, y ofrecer cinco millones de dólares por la cabeza del líder checheno Ramzán Kadírov.
Su nombre real es Tarján Batirashvili, nacido en 1986 en el valle del Pankisi, en la frontera con Chechenia, de donde han salido muchos yihadistas combatientes en la guerra de Siria, junto con otras repúblicas rusas del norte del Cáucaso como Chechenia y Daguestán.