La leyenda del invencible
El Barça se enfrenta al Sevilla, el último rival que le batió hace cinco meses, para reafirmar su soberanía
El rival sigue estando en Madrid, pero no en el Bernabeu como casi siempre, sino en el Calderón, como hace dos temporadas. El Barcelona juega hoy para mantener la distancia de ocho puntos sobre un Atlético que ayer redujo a cenizas a un Real Madrid eliminado de la lucha por el campeonato a falta de 12 jornadas y sumido en una fuerte crisis social, deportiva e institucional. El apocalíptico relato blanco contrasta con la robusta situación de un Barça que puede completar una vuelta de la Liga sin haber sufrido ninguna derrota.
Desde que cayó (2-1) en el Sánchez Pizjuán el 3 de octubre en un partido sin la presencia de Messi e Iniesta, lesionados, el equipo de Luis Enrique no ha vuelto a perder. Totaliza 33 partidos de imbatibilidad en todas las competiciones y se dispone a igualar el récord de 34 establecido por el Real Madrid de Leo Beenhakker y la Quinta del Buitre. Tiene todos los argumentos a favor para conseguirlo. El factor campo –el Sevilla todavía no ha conseguido imponerse fuera de su estadio–, una dinámica de resultados arrolladora corroborada por la memorable victoria del martes en Londres y un plantel sano y en buena forma física.
El Barça lleva más tiempo sin perder que España con presidente en funciones, que ya es decir. ¿Significa todo esto que el partido está ganado sin bajar del autocar? De ninguna manera. Anatema. Luis Enrique Martínez empleó buena parte de su comparecencia de ayer en recordar que el Barcelona, finalista de la Copa, con un pie en los cuartos de la Champions y 5 puntos de renta en la Liga, todavía no ha levantado ningún trofeo. “Como profesional del fútbol es imposible verse campeón antes de que sea matemático. Los tres equipos de arriba vamos a fallar, espero que fallen más ellos. Pensar que ya está hecho sería un gravísimo error que no vamos a cometer”, arengó el técnico. “Yo nunca tengo suficiente ventaja. Hay que ser precavido”, subrayó, y puso la derro- ta en el Sánchez Pizjuán como elemento motivador.
El Camp Nou acoge el tercer enfrentamiento de la temporada entre Barça y Sevilla. El duelo inicial, la Supercopa de Europa, se saldó con triunfo blaugrana (5-4) en la prórroga. La próxima cita será en la final de Copa el 22 de mayo. Cuantas más veces te mides a un equipo mayores son las posibilidades de experimentar un mal resultado. El Barcelona ha disputado seis partidos este curso contra el Athletic, que le arrebató la Supercopa de España, y cuatro frente al Espanyol, que empató en el derbi de Liga en Cornellà.
Unai Emery consiguió exorcizar su leyenda negra contra el Barça. Después de toda una vida sin poder batirle (20 partidos, 14 derrotas y un empate), lo hizo en la primera vuelta. Pero imponerse en el Camp Nou sigue siendo una asignatura pendiente para el técnico vasco y Luis Enrique piensa que dispone de potencial para lograrlo: “Ante el Sevilla me viene a la cabeza la palabra exigencia. Es un equipo que ha mejorado mucho desde que nos ganó, un equipo muy bien trabajado, con un entrenador que sabe llevarlo”. La baja por sanción de Banega, su cerebro, es un serio inconveniente para el conjunto andaluz, aunque su ausencia por lesión en el choque del 3 de octubre no impidió el triunfo sevillista.
El momento deportivo del Barça parece óptimo. Luis Enrique está en disposición de alinear perfectamente al once que se im- puso en el Emirates Stadium pero no es descartable que distribuya esfuerzos con vistas a los dos próximos desplazamientos, a Vallecas el jueves en jornada intersemanal y a Eibar el domingo. Busquets, que sufrió una contusión en el flanco y amenazó con dejar el partido contra el Arsenal, podría entrar en las rotaciones en función de su evolución y también son susceptibles de permuta algunas posiciones de la retaguardia. El tridente, ejecutor de 93 goles en esta temporada, tiene sus puestos asegurados.
LA PRUDENCIA DE LUIS ENRIQUE “Pensar que ya está hecho sería un gravísimo error que no vamos a cometer”