Ballesta no dimitirá
El alcalde de Girona critica que se le haya tachado de “pesetero” y dice que en la Generalitat cobraría más
Un día después de que el pleno municipal tumbara el sueldo del alcalde y los cargos de confianza, Albert Ballesta compareció ayer por la mañana acompañado por todos los concejales del equipo de gobierno, en una imagen de unidad, para decir que no piensa dimitir del cargo porque se siente plenamente legitimado y para dejar claro que no es ningún pesetero. Ballesta, que de momento sólo cobrará 28.500 euros en concepto de asistencias a los plenos y juntas, ha querido abrir un periodo de reflexión sin fecha límite para analizar todo lo sucedido con el objetivo de “redirigir la situación”.
El nuevo alcalde ha admitido “errores por parte de todos” en el proceso de confección del cartapacio y ha pedido disculpas por boca del equipo de gobierno. Aunque no entró en detalle sobre cuáles han sido esos fallos, dejó entrever que la precipitación por alcanzar un acuerdo en el capítulo de retribuciones y cargos de confianza, que les llevó a pactar con Ciutadans y el Partido Popular, formaciones que están a las antípodas ideológicas de CiU, le pudo jugar una mala pasada. Horas antes de que empezara el pleno del pasado jueves, el partido de Albert Rivera rompía el pacto alcanzado el día antes con CiU y dejaba al equipo de gobierno, que con diez ediles gobierna en minoría, sin los apoyos suficientes. “Ahora no me quiero precipitar”, aseguró ayer Ballesta, en referencia al calendario para concretar nuevos acuerdos que permitan aprobar tanto el nuevo sueldo del alcalde como la organización municipal. El sus- tituto de Carles Puigdemont también quiso dejar claro que hay líneas rojas que el equipo de gobierno no está dispuesto a cruzar, como salir de la Associació de Municipis de la Independència (AMI), la condición que Ciutadans le impuso a última hora para aprobarle el salario. “El independentismo y el proceso está en nuestro ADN”, señaló.
Uno de los aspectos que más han dolido a Ballesta ha sido que lo hayan tachado de “pesetero” y ha lamentado que se haya querido dar la imagen de él como la de alguien que “busca un sueldo desesperadamente”. Ha recordado que tiene plaza fija de funcionario en la Generalitat por la que percibiría más dinero que haciendo de alcalde y que si ocupa el cargo es puramente por hacer un “servicio a la ciudad”. Inicialmente, Ballesta se había fijado una retribución anual de 75.000 euros, que tras el acuerdo alcanzado esta semana con PP y Ciutadans se había rebajado a 73.000 euros. Finalmente, el jueves propuso un salario de 68.500 euros esperando contar con el respaldo de ERC, que tampoco se lo aprobó. Su antecesor Carles Puigdemont cobraba como diputado autonómico y sólo percibía en concepto de asistencia a plenos. La anterior alcaldesa, Anna Pagans, tenía un sueldo de 63.500 euros que luego se redujo a 58.500 euros. El equipo de gobierno quiere replantearse también la relación con ERC, después de que la hayan invitado cuatro veces a entrar al gobierno sin éxito. Ballesta señaló que en los próximos días estudiarán si continúan considerando a los republicanos como “socio prioritario” a la hora de alcanzar acuerdos.
El equipo de gobierno estudiará en los próximos días si considera ERC como “socio prioritario” para alcanzar acuerdos