Evo Morales
PRESIDENTE DE BOLIVIA
Los bolivianos han rechazado, por 51,3% a 48,7%, la reforma de la Constitución propuesta por el Gobierno para permitir a su presidente, Evo Morales, optar a un cuarto mandato, potencialmente hasta el año 2025.
Definitivamente, Evo Morales no gobernará durante dos décadas. El presidente de Bolivia reconoció finalmente ayer la derrota en el referéndum del domingo después de que a última hora del martes acabara el escrutinio oficial. El mandatario no podrá optar a un cuarto mandato en las elecciones del 2019, como pretendía consagrar la reforma constitucional sometida a consulta y rechazada por los ciudadanos, aunque por un margen muy ajustado, como se preveía.
“Respetamos los resultados; es parte de la democracia”, dijo Morales en una rueda de prensa en La Paz, aunque minimizando el golpe. “Estamos derrotados, pero es una pequeña batalla; vamos a continuar con la lucha con más fuerza, con mayor experiencia y mayor unidad”, añadió. “Hemos perdido una batalla, pero no la guerra”, insistió.
Al final la diferencia entre el sí a una nueva reelección de Morales y el no fue tan estrecha como vaticinaban las encuestas anteriores al domingo, que mayoritariamente hablaron de “empate técnico”. Sólo 2,6 puntos de diferencia. El no se impuso con el 51,30% de los votos, mientras que el sí logró el 48,70%.
El ajustado margen dio en parte la razón a Morales, que el lunes se negó a reconocer la derrota –cuando el escrutinio parcial señalaba trece puntos de diferencia entre el no y el sí– hasta que no finalizara el recuento oficial. El líder cocalero aspiraba a que los votos rurales y en el extranjero, donde el Gobierno cuenta con mayor apoyo y que aún faltaban por computar, dieran la vuelta al resultado. Sin embargo, y a pesar de la remontada del sí, finalmente el sueño de eternizarse en el poder se esfumó. No obstante, Morales no pudo reprimir ayer una referencia a haber acariciado la victoria, con pulla incluida a la oposición. “Si el sí remontaba, con seguridad la derecha hubiera señalado fraude”, sostuvo.
De todas formas, el presidente deslizó que pudo haberse equivocado al convocar el referéndum, que oficialmente no fue una iniciativa del Ejecutivo, sino de organizaciones afines al gobernante Movimiento al Socialismo (MAS). “Puede haber sido un error aceptar (la convocatoria), pero soy disciplinado al pedido de los movimientos sociales”, indicó Morales.
“Vamos a continuar con la lucha con más fuerza, con mayor experiencia y mayor unidad”, agregó el líder indígena. “La lucha sigue mientras exista capitalismo”, concluyó Morales, sin dejar de denunciar la “guerra sucia” de la oposición durante la campaña, especialmente en las redes sociales. “Hemos sido víctimas de todo”, dijo. “Tantas acusaciones, tantas mentiras”, añadió.
El MAS impulsó la reforma constitucional rechazada poco después de que Morales obtuviera su tercer mandato en las elecciones del 2014 con un apabullante 61% que no hacía prever el resultado del domingo. Sin embargo, en el último año de gestión han aparecido varios escándalos de corrupción, como el desvío de dinero del Fondo Indígena o la acusación al propio Morales de tráfico de influencias a
Por un escaso margen de 2,6 puntos, el no ganó con el 51,30% de los votos, mientras que el sí logró el 48,70%
favor de la filial de una empresa china de la que es gerente comercial una exnovia del mandatario.
Al presidente, que llegó al poder en el 2006, le quedan aún tres años de mandato para superar la imagen negativa de esta derrota y acelerar la aplicación de su Agenda Patriótica, que incluye metas como la erradicación de la extrema pobreza o la consecución de la soberanía científica, productiva o alimentaria, cuya fecha de finalización es el 2025. Ese año acabará el próximo mandato presidencial (2020-2025), al cual Morales no podrá postularse. Sin embargo, sí podrá presentarse el vicepresidente Álvaro García Linera, mano derecha del líder socialista desde que llegó al poder y que ya suena como su sustituto en la próxima candidatura electoral para retener el gobierno durante dos décadas.