La mujer y la patología de la cadera ¿Existen patologías propias más frecuentes? ¿Tienen tratamiento?
Nos acercamos al día de la mujer, 8 de marzo, y queremos contactar con especialistas de renombre en patología de cadera, en este caso con el Dr. Manuel Ribas, jefe de la Unidad de Cadera de Icatme del Hospital Universitario Dexeus del grupo Quirónsalud, para saber si existen patologías más frecuentes en las mujeres.
¿Existen matices?
Algunas patologías afectan a la articulación en sí misma, a sus músculos o a los dos. De entrada podemos dividirlas en dos grandes grupos, de origen biológico o, la más frecuente, de origen mecánico, si bien esta última quedará condicionada también por la primera. Todas ellas al final desembocarán en el desgaste de la articulación o también llamada artrosis.
¿La osteoporosis, tan frecuente en la mujer, puede producir artrosis?
Digamos que la artrosis de cadera en sus distintas formas es la causa de dolor y limitación funcional más frecuente, es episódica, aumenta en intensidad y dificulta el movimiento cada vez más. No esquiva a la mujer ni mucho menos. La osteoporosis, también llamada “la enfermedad silente de los huesos” va más ligada a los cambios metabólicos en el hueso por la menopausia. Hace que en una articulación de carga como la cadera una caída aparentemente banal cause una fractura de cadera. También debilita el hueso que está por debajo del tapiz o cartílago articular y éste se desgaste originando artrosis.
¿Cuáles son las patologías en las que ha visto un mayor avance en su tratamiento en el último decenio?
Sin duda alguna el diagnóstico y el tratamiento mínimo invasivo de las lesiones del labrum acetabular, la displasia residual de la cadera o falta de cobertura correcta de la cabeza femoral, el choque femoroacetabular o mal encaje del fémur en la cavidad del acetábulo (cúpula pélvica que lo articula) y las roturas tendinomusculares en sus diferentes grados que dan la estabilidad al apoyo de la cadera. Estas últimas a veces se han llamado trocanteritis-bursitis trocantéricas, lo que en realidad es una punta de iceberg.
¿Podríamos decir que la artrosis es evitable?
Le contestaría con una pregunta: ¿puede una rotura de menisco evitar una artrosis de la rodilla? Lo cierto es que el paciente tiene dolor y debe tratarse. Lo mismo en la cadera. Ahora bien, deben tratarse efectos (lesiones de labrum, cartílago) y causas, a ser posible de la manera menos invasiva y segura posible, de la misma manera que implantar prótesis en artrosis de cadera debe indicarse correctamente qué implante y colocarlo con la técnica menos invasiva que uno domine. Al final lo que cuenta es el resultado y la satisfacción del paciente.
Cíteme un ejemplo.
Paciente con dolor a los esfuerzos, sentado, localizado alrededor de la cadera, al que se le diagnostica una rotura del labrum, pero que la cabeza de fémur ni es esférica ni está cubierta correctamente. Los autores más relevantes en el mundo han demostrado que si solo se trata el labrum o se extirpa, la evolución del dolor puede empeorar y en un alto porcentaje necesita una segunda operación en menos de año y medio o incluso se produce artrosis. En este caso lo que hacemos es un proceso mini-invasivo de sutura artroscópica del labrum, la re-esferificación de la cabeza y una pequeña incisión mini-invasiva siguiendo las líneas de la piel (“líneas de Langer”) a través de la que realineamos la cúpula acetabular precisamente para que cubra la cabeza correctamente.
Con estas operaciones la paciente puede volver a realizar actividad física.
En las revistas de traumatología deportiva especializadas está demostrado que sí. Y si no, debiéramos volver a algo más conocido para los lectores como cuántos deportistas operados de lesiones de rodilla vuelven al deporte. Yo mismo y los miembros de mi equipo han operado de caderas deportistas de alta competición y recreativos o no. No tiene nada que ver. Está probado científicamente.
¿Existen datos sobre las fracturas?
La Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos publicó hace unos años que factores como la edad, algunas enfermedades y el hecho de ser mujer incrementan el riesgo de producirse una fractura de cadera. Esto que aumenta a partir de los 50 años y se duplican cada 5-6 años desde entonces. Las caídas son la causa del 9 de cada 10 fracturas de cadera. Las mujeres tienen una probabilidad entre 2 y 3 veces más que los hombres.
¿Existen tratamientos posibles?
Existe una parte preventiva, pero como cirujano de cadera debo limitarme a poner el énfasis en que hoy día existen técnicas e implantes (clavos y placas específicas) destinados a minimizar las intervenciones y procurar que los pacientes se recuperen lo antes posible. Aún así hay que recordar que muchas pacientes con fracturas de cadera padecen otras enfermedades que condicionan su recuperación.
El próximo 26 de febrero organizan el primer Symposio sobre abordaje mini-invasivo microposterior interligamentoso para la implantación de prótesis de cadera destinado a cirujanos españoles expertos de cadera.