Un plan de mejora
El primer paso para los gobiernos es convertir la lucha contra el bajo rendimiento en una prioridad educativa y convertir esa prioridad en recursos adicionales. Dado que el perfil de los estudiantes de bajo rendimiento varía mucho entre los países, enfrentarse al bajo rendimiento requiere una acción múltiple, adaptada a las circunstancias de cada sistema educativo. La OCDE propone un plan para reducir el bajo rendimiento, que podría incluir las siguientes medidas:
1. Desmantelar las múltiples barreras de aprendizaje.
2. Crear un entorno de aprendizaje en las escuelas que sea exigente y ofrezca apoyo a todos los estudiantes.
3. Ofrecer refuerzo escolar tan pronto como sea posible.
4. Animar a los padres y las comunidades locales a implicarse en la vida escolar.
5. Inspirar a los estudiantes para que saquen el mayor rendimiento posible a las oportunidades educativas.
6. Identificar a los estudiantes de bajo rendimiento académico y diseñar una estrategia adecuada a su perfil.
7. Ofrecer refuerzo individualizado a los colegios y las familias desfavorecidas.
8. Ofrecer programas de refuerzo especiales para los estudiantes de origen inmigrante, que hablen una lengua minoritaria o que provengas de zonas rurales.
9. Atacar los estereotipos de género y dar apoyo a las familias monoparentales.
10. Reducir las desigualdades en el acceso a la educación preescolar y limitar la separación de los alumnos por nivel académico.
11. Políticos, profesores, padres y los propios estudiantes todos tienen un cometido importante que desempeñar.