Abengoa ya tantea a los bancos para convertir deuda en capital
El grupo revisa sus proyectos y lanza un plan de ajuste de 150 millones
Abengoa tanteó ayer a la banca acreedora sobre la posibilidad de convertir una parte de su deuda –presumiblemente, la no sostenible– en capital. Esta posibilidad, que es no todavía propuesta formal, se puso sobre la mesa en la primera reunión entre los representantes de la empresa y el steering commitee o comité de seguimiento de las entidades financieras. Los bancos, liderados por el Santander, aseguraron que lo estudiarán cuando llegue el momento, aunque ya tienen asumido que sin una quita importante y sin capitalizar parte de la deuda la continuidad de Abengoa es imposible.
Ahora, sin embargo, la prioridad está en el cortísimo plazo, tal como explicó la empresa a los bancos. El plan de emergencia pasa por reducir los gastos generales en 150 millones anuales; replantear proyectos que, aún siendo bueno, exijan grandes desembolsos; y centrarse en el negocio realmente sostenible. La nueva Abengoa se concentrará en ingeniería y construcción para las áreas de energía y medioambiente, sin olvidar las actividades de servicios de tecnología y mantenimiento de plantas. La biomasa y el bioetanol han dejado de ser estratégicos.
En la práctica, lo anterior implicará directamente una brutal reducción de empleo, sobre todo en el exterior. En Brasil ya han dejado el grupo más de 2.000 personas en la última semana. Los problemas también han aflorado con fuerza en México, donde arrecian las tensiones de liquidez. La compañía asegura que la incidencia sobre el empleo en España será mínima, en caso de que llegue.
Las reuniones con la banca proseguirán la próxima semana, cuando está previsto que KPMG entregue su informe sobre el estado patrimonial del grupo y sus necesidades de liquidez y el carácter de la deuda (asumible y no asumible). Este informe constituirá la base de la negociación futura dentro del marco del preconcurso de acreedores de Abengoa.
Pero no es el único frente del grupo de renovables. En el plano judicial, la juez de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela, dictó ayer un auto por el que se abren las diligencias previas y se da traslado a la Fiscalía sobre la competencia en las dos primeras querellas presentadas contra Abengoa. Es lo normal en un procedimiento de este tipo y no presupone nada, de momento.
En el ámbito político, y a las pocas horas del inicio de la campaña electoral de las elecciones generales, sonaron con fuerza las acusaciones del ministro de Industria, Energía y Turismo. José Manuel Soria dijo en una entrevista radiofónica que “desde del punto de vista financiero, [Abengoa] no han tenido una inversión acertada, se ha endeudado mucho, está muy apalancada y al final los costes financieros de ese endeudamiento han sido muy superiores a los flujos de caja, a los ingresos, que se estaban generado y eso es lo que ha llevado a esta situación”. En conclusión, añadió, “ha tenido una política financiera profundamente desacertada”, se despachó el ministro.
El ministro Soria dice que la empresa sevillana ha tenido una política financiera totalmente desacertada