Madonna se mantiene fiel a Barcelona
Cuando alguien es muy auténtico, se le pide que no cambie nunca. Pero cuando se dice que un disco es el más personal de un determinado artista, lo que se está diciendo en realidad es que ha vuelto a hacer exactamente el mismo álbum por enésima vez. Madonna es la cantante femenina pop más famosa de todos los tiempos. Ha hecho siempre lo que le ha dado la gana, y ahí está la clave de su éxito. Fue una de las primeras que utilizaron micrófono inalámbrico en los conciertos, que enseguida pasarían a llamarse “micros a lo Madonna”. Y desde que sacó el primer disco, en 1983, la música comercial y todo lo que representa –desde los ritmos, al espectáculo en directo y los videoclips– parecen seguir su estela.
Ahora, sus clubs de fans se crean, crecen, se reproducen y comunican a través de las redes sociales y por WhatsApp. Es el caso de Madonneros Fanáticos. Algunos de sus miembros (“no hay presidentes, todos colaboramos igual”) llegaron el domingo al Palau Sant Jordi para garantizarse la primera fila en el concierto de esta noche. Mañana repetirán, pero en la grada, más tranquilos. Aquí y allá, los acompañan otros grupos, en una gran nada de cemento, hierba y árboles raquíticos. Hay tres personas sentadas en unas escaleras con una manta en las rodillas, otras ocho en sillas de tela. En total, serán unos cuarenta, y tienen treinta y tantos. Siguen a Madonna desde antes de preguntarse Who’s that girl. Dicen que encarna “la banda sonora de su vida”.
Plantaron las tiendas junto a la puerta de acceso, y pasan la tarde sentados bajo un ineficaz sol de invierno a punto de ocultarse, acurrucados dentro sus abrigos. Si hay una canción con la que se sienten identificados ahora mismo es Frozen; pero la de su diosa, “no la de Leticia Sabater”, puntualizan. Por Madonna han pasado frío muchas veces. David, por ejemplo, ya la ha visto actuar en Lisboa, Londres, Valencia, París. “Siempre vale la pena; cuando empieza el show, entras en calor y se te pasan todos los males”.
Con ella llegó el escándalo. Pero, ¿cómo logra escandalizar todavía, cuando se supone que ya estamos curados de espantos? “Pues reinventándose”, responde la pinky Susana: lleva gorro rosa, guantes rosas, móvil del mismo color, le castañetean los dientes. Es de Jerez, como Pepe, que se ha puesto el chándal Adidas de Madonna. “Bueno, no, el chándal es mío”, ríe, “quiero decir que lo pagué yo, pero es igual que el que se pone ella”. José Antonio tiene un salón de belleza en Alcalá de Guadaira, y ha peinado a muchas periodistas que intentan arrancarle algunas declaraciones a Isabel Pantoja cuando sale de la cárcel. José Antonio y Pepe se casarán el próximo 14 de agosto. La boda estará totalmente basada en Madonna, y Susana y David serán los “damos de honor”. Ésta es su luna de miel por adelantado.
La canción favorita de los cuatro es Like a prayer, porque con ella “pasó de ser niña a mujer”. Además, “nos quitó todos los paradigmas que teníamos en mente”. Pepe fue a un colegio de curas, y Madonna, capaz de levantar sotanas con la impertinencia del niñato que levanta faldas, le ha dado grandes lecciones de vida: “Ha sido un gran apoyo para el colectivo gay”, dice tras sus gafas de sol verdes reflectante. “Ahora las wannabe quieren subirse al carro”, añade. Odian a las imitadoras. Especialmente a Lady Gaga. Dicen que Born This Way es una “copia descarada y horrenda” de Express Yourself. Pero una cosa es el calco y otra la inspiración, caso de Rihanna o Kylie Minogue, quien ha lucido camisetas de Madonna y viceversa.
Un valiente en manga corta muestra en su pecho el rostro de la cantante. Va con un grupo más joven, rondarán los veintipocos. “Muchos empezaron a seguirla con Confessions”, dice Pepe, “esa gira fue muy transgresora”. En ella aparecía crucificada con una corona de espinas. Se ha besado con Britney Spears, ha seducido a santos, enseñó un pecho al público de Turquía, donde había musulmanes, fue una sexy recién casada en la actuación de Like a Virgin ,se solidarizó con las Pussy Riots. No para de cambiar. Y es la más auténtica.
Los clubs de fans de la cantante se crean, crecen y se comunican a través de las redes sociales y por WhatsApp “Ha sido un gran apoyo para el colectivo gay”, dice Pepe, tras sus gafas de sol verdes reflectantes