Sánchez defiende su reforma frente a los “secesionistas”
El líder del PSOE plantea “reconocer singularidades territoriales” Postula abrir el partido tras el polémico fichaje de Lozano
Jugaba en casa. El líder del PSOE, Pedro Sánchez, se dio ayer un reconfortante baño de masas para resarcirse de las hostilidades internas sufridas en la elaboración de las listas electorales –sobre todo, por el fichaje de Irene Lozano, pero también por otras heridas abiertas en este proceso– y a raíz de una propuesta de reforma laboral cuestionada igualmente en sectores socialistas por las formas o por el fondo.
Así que, cogido como en las grandes ocasiones de la mano de su mujer, Begoña Gómez, Sánchez se presentó a mediodía en un abarrotado pabellón Magariños para presentar a los cabezas de cartel de las listas socialistas, ante 4.000 seguidores entusiastas según la organización. Esta es, precisamente, la cancha del Estudiantes. “Aquí di mis primeros pasos como jugador de baloncesto –explicó al tomar la palabra–. Aquí aprendí el valor de formar parte de un gran equipo y de pertenecer a una gran familia. Aquí aprendí que en el baloncesto, como en la política y en la vida misma, el equipo está por encima del individuo. Que juntos somos mejores, y que con esfuerzo, humildad, generosidad y compromiso, no hay reto imposible. ¡Ninguno!”. Y las gradas se vinieron abajo: “¡Este partido lo vamos a ganar!”, rugió la concurrencia en alusión a la cita del 20-D.
Esta vez no hubo exhibición de la bandera española en el escenario, sino en la pista: la organización repartió banderitas rojigualdas, también de la UE y del PSOE, que los asistentes se esmeraron en ondear. Y, ante representantes de todas las federaciones del PSOE y también del PSC –Carme Chacón, Meritxell Batet, Núria Marín, Assumpta Es- carp–, Sánchez aprovechó para desplegar su propuesta de reforma constitucional. Con una advertencia que fue muy aplaudida: “Nosotros no vamos a modificar la Constitución bajo la amenaza de los secesionistas. ¡Pero tampoco vamos a renunciar a mejorarla porque nos amenacen los secesionistas!”.
“A los rupturistas –aseguró– hay que ganarles, con la ley, los votos y la política. Se les gana con los argumentos del diálogo y la convivencia”. E hizo pedagogía en sus propias filas, porque a muchos militantes eso del federalismo les sigue sonando a chino: “Los socialistas estamos decididos a reformar la Constitución, no tiene por qué darnos temor. Lo temible son las consecuencias de cerrar los ojos a los cambios que demandan la realidad y una sociedad que madura y evoluciona en el ejercicio de sus derechos”. Pero con cautelas: “Hagámoslo bien –recetó–. Con sosiego, diálogo, voluntad de acuerdo y de consenso, como en 1978”.
Y explicó las claves de su propuesta territorial: “Culminemos el desarrollo autonómico con una reforma federal. Aclaremos competencias, establezcamos mecanis- mos eficaces de colaboración federal. Fijemos unos principios razonables de financiación. Reconozcamos singularidades territoriales y garanticemos la unidad de la soberanía nacional, la cohesión te-
“Las mejores páginas de la historia de España se han escrito con puño y letra socialista”
rritorial y la igualdad de derechos de todos los españoles. ¡Todo eso es posible!”.
El líder del PSOE sacó además pecho y si el sábado recordó todo el poder territorial recuperado en los 447 días que lleva de secretario ge-
Sánchez explica que su propuesta de reforma nace de una España que “madura y evoluciona”
neral, ayer recordó que era justo el aniversario del fundador, Pablo Iglesias, que nació hace 165 años. “¡Digámoslo alto y claro! Las mejores páginas de la historia de España se han escrito con puño y letra socialista!”, clamó.
Lo que se le olvidó citar es que ayer, también, era el cumpleaños de la andaluza Susana Díaz. La presidenta de la Junta, que ya estuvo el día anterior en el comité federal del PSOE –aunque guardando un insólito silencio–, no acudió ayer al acto de presentación de candidatos. Sólo acudieron el presidente de Asturias, Javier Fernández –que el día anterior no pudo estar en Madrid por motivos personales–, y el de Castilla-La Mancha, Emiliano Gar- cía-Page. El resto de presidentes socialistas se excusó: “Tengo que trabajar, no puedo estar todos los días de palmero”, ironizó uno de ellos.
La gran novedad ayer, en realidad, fue el debut en la campaña del PSOE de la exdiputada de UPyD Irene Lozano, que muchos siguen sin digerir. Y mantuvo un perfil discreto por este cuestionamiento interno. El problema, admiten algu- nos dirigentes del PSOE, es que Lozano pueda distraer la campaña, debido al debate interno suscitado. A su llegada al pabellón, preguntaron a Lozano si piensa disculparse por los insultos que dedicó a los socialistas en los últimos cuatro años, como le han demandado algunos presidentes y líderes socialistas. Pero no lo hizo: “Que el PSOE incluya independientes como yo es un síntoma de cómo está cambiando”, es todo lo que respondió. Algunos lamentaron que esa negativa a pedir perdón fuera, al final, la gran noticia del mitin. Pero, en su discurso, el propio Sánchez defendió su incorporación a las listas: “Desde hace 38 años, el PSOE ha sido un enorme cauce de participación política de las personas de todos los territorios y condiciones sociales y económicas, socialistas de corazón con o sin carnet, con la única condición de abrazar los ideales comunes de libertad, igualdad, solidaridad y justicia social. Nunca pusimos límites ni trabas. En un tiempo en el que dirigentes del PP dimiten o se avergüenzan del PP, abrimos nuestro partido a independientes no indiferentes, porque el PSOE es de la inmensa mayoría de los españoles”.
Algunos dirigentes del PSOE, no obstante, admitieron haber tenido que aplaudir a regañadientes.