¿El nuevo Concorde?
Ingenieros de Airbus presentan la patente en EE.UU. para desarrollar un avión que cubriría Barcelona-Nueva York en una hora
Volar de Londres a Nueva York en el mismo tiempo que un avión del puente aéreo une actualmente Barcelona y Madrid: una hora. Esta es la propuesta que los ingenieros de Astrium, la actual Airbus Defence & Space, presentaron a la oficina de patentes de Estados Unidos y que fue aprobado el pasado 14 de julio como “vehículo aéreo ultrarrápido y método relacionado para locomoción aérea” con el número de patente US 9.079.661 B2.
El sector aeronáutico ha dado pasos de gigante tecnológicamente: los consumos de los aviones actuales y la emisión de CO han bajado notablemente gracias en parte a los materiales compuestos que han aligerado los pesos de las aeronaves. También se está avanzando en la utilización de combustibles alternativos al petróleo. Ya no sólo se trata de biocombustibles o incluso aceites reciclados, como los de las patatas fritas que ha llegado a usar KLM: la misma Airbus ha realizado recientemente vuelos con un avión 100% eléctrico sobre el canal de la mancha y por su parte el proyecto solar Impulse, auspicia- do por Solvay, Omega, Schindler y ABB ha demostrado que pueden cubrirse grandes distancias con un avión impulsado exclusivamente por energía solar.
En lo único que se ha quedado estancada la aviación, por lo menos en su vertiente civil y comercial ha sido en el desarrollo de la velocidad desde que en el 2003 el Concorde se retiró definitivamente del servicio. Eso se produjo tras el acuerdo de British Airways y Air France de dejar en tie- rra su flota de aviones supersónicos, aparatos creados a finales de los cincuenta, desarrollados en los sesenta y que entraron en servicio en los setenta. Espectaculares, lujosos y glamourosos fueron en realidad ruinosos, muy ruidosos y bastante contaminantes, por no mencionar su vertiente comercial: ruinosa, con solo 14 aparatos vendidos y muchos de ellos por tan solo una libra o un franco a las compañías de bandera de Francia y Reino Unido. La nueva iniciativa tecnológica ya tiene en cuenta todos los errores del pasado proyecto franco-británico Concorde, corrigiéndolos y mejorándolos. El anterior avión supersónico volaba a mach 2, dos veces la velocidad del sonido (desarrollaba 2.179 km/h) y este lo hará a 4,5 veces, que ejemplificándolo en rutas conocidas significaría unir Los Ángeles y Tokio o Madrid y México DF en unas tres horas, cuando en la actualidad son unas 11.
El diseño estaría basado en un ala delta situada sobre el fuselaje. Debajo del ala se situarían cinco motores, dos de compresión sin turbinas o estratorreactores. Dos serían turborreactores y el quinto sería similar al que usan los cohetes para despegar y estaría situado en el centro, un diseño que disminuiría el estampido sónico, le haría volar tres veces más alto que los jets actuales y que situaría a los pasajeros en la parte delantera del aparato, limitando a 20 los asientos disponibles en el primer prototipo, bastantes menos que el Concorde original, que en sus últimos años de servicio llevaba entre 90 y 100 pasajeros.
El nuevo Concorde está en fase muy embrionaria, aunque todos los aviones han pasado por ella en algún momento. Veremos.
La aeronave podría volar tres veces más alto que los jets actuales y 4,5 veces más rápido