Esos locos bajitos, diría Serrat
De Gwen Stefani a Miranda Kerr, familias con niños al borde el ataque de nervios
Serrat conoce el alma a fuerza de trabajar con musas desde hace una eternidad. De todas prefiere y elige las de los niños. Por eso uno de sus temas entrañables es Esos locos bajitos, como les llamaba otro conocedor de espíritus, Gila. Y también el poeta argentino Horacio Salas, autor de Las corrupciones, uno de cuyos poemas se titula Los hijos. Al humorista y al poeta dedica Serrat el tema donde glosa el tiempo de la inocencia, ese momento que a veces hay quien olvida conjugar, quizá por no ser verbo aunque sí acción y reacción. Vienen a cuento lo de las proles porque siempre son las damnificadas en casos de separación, olvidando la alegría que supuso en su momento su llegada al mundo así como tantos otros en los que sucesi- vos descubrimientos convertía a esos locos bajitos en ejes de una cierta felicidad.
Después de 20 años de relación y 13 de matrimonio, se divorcian los cantantes Gwen Stefani (No Doubt) y Gavin Rossdale (Bush). Al parecer ha sido ella quien ha pedido la separación alegando aquello tan manido, y que siempre ha sonado a pretexto absurdo, de las “diferencias irreconciliables”. Asegura la pareja en un comunicado que velarán por el cuidado de sus hijos y piden la custodia compartida. Y ahí se quedan esos locos bajitos, Kingston, de 9 años, Zuma, de 6 y Apollo, de uno, ajenos a toda una situación que se les escapa. Y mirarán en el álbum familiar las fotos de celebraciones y de fiesta en los parques Disney habituales en las familias americanas.
Stefani y Rossdale se conocieron en 1995, año en que coincidieron en una gira y se casaron siete años después; en total, insistimos, veinte años juntos, ya no nos atrevemos a señalar de amor porque, al parecer, fueron criando todo un parque temático de diferencias irreconciliables por el que correteaban los niños creyendo que era el Edén.
Lo mismo les pasaba a Miranda Kerr y Orlando Bloom, que se frecuentaron desde el 2007, se casaron en el 2010 y tuvieron a su hijo Flynn en enero del 2010. El matrimonio se separó en el 2013 y pasaron a tener relaciones múltiples y de amplio espectro. Pero siempre por el bien del niño, según declaran constantemente tanto Miranda como Orlando, se frecuentan al extremo de vivir a cinco minutos el uno del otro.
Mientras, Zooey Deschanel acaba de tener una hija y se ha casado con el papá de la criatura, Jacob Pechenik. La protagonista de New Girl y el productor de esta serie estaban prometidos desde enero. Zooey estuvo casada con Ben Gibbard, del grupo Death Cab for Cutie, pero se divorciaron en el 2012. Y entre tanta separación de adultos, unos locos bajitos andan despistados por situaciones que les son ajenas, y quedan a merced de protagonistas de diferencias irreconciliables que como recurso jurídico parece que sigue colando.
Gwen Stefani y Gavin Rossdale se divorcian tras 20 años de amor y tres hijos Orlando Bloom y Miranda Kerr más juntos que nunca por su hijo, tras el divorcio