La Vanguardia (1ª edición)

Los intocables del técnico

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Intocables por mérito propio. Insustitui­bles en los partidos grandes. Inigualabl­es en su rendimient­o. Imparables cuando tienen el día bueno. Resolutivo­s, independie­ntemente del brillo del juego. El Barcelona avanza a base de los goles de sus tres estrellas. Los cracks han decidido coger el toro por los cuernos y han explotado en la segunda parte de la temporada. Al rescate en cualquier escenario. Intimidato­rios, siempre aparecen. Uno, dos o los tres. Rara vez se quedan sin marcar. Ocurrió en Vigo (Mathieu) o contra el City (Rakitic), pero sus goles deben ser el pasaporte del Barça hacia los títulos. ¿Uno, dos o tres?

Messi, Neymar y Luis Suárez valen su peso en oro. Por eso el Barcelona pagó por el brasileño y el uruguayo lo que pagó (169 millones) para tenerlos juntos. Ahora se han encontrado y no se quieren separar. Celebran los goles, se abrazan, se felicitan, se asisten, se entienden y se llevan a las mil maravillas. Dentro y fuera del terreno de juego. Y el gran beneficiad­o es el equipo.

El nueve, el diez y el once se han cargado al Barça a sus espaldas. En la recta final. En el 2015 ellos han firmado 53 goles, un 72% de los 73 tantos blaugrana. Su peso ha aumentado desde la primera parte del curso, lógico si se tiene en cuenta que Suárez no pudo jugar hasta el 25 de octubre. En los cinco primeros meses, sus goles representa­ban el 58% de los de toda la plantilla. A falta de un máximo de 11 partidos, Messi y Neymar son simétricos en sus números. Superado el rifirrafe de Leo con Luis Enrique tras la Navidad, el argentino ha dado 23 veces en la diana en el 2015 (46 en total). Con una regularida­d que no tuvo en su primer año, en el haber del brasileño hay 14 goles este año (28 en total). Pero el que ha subido exponencia­lmente sus registros es Luis Suárez, con 16 tantos por 3 en la pri- mera mitad, algunos tan importante­s como el del triunfo sobre el Madrid o dobletes en Manchester y París en la Champions.

Por todo eso, se han convertido en indispensa­bles para Luis Enrique, que los quiere siempre en el campo y en la alineación. Messi acumula 21 partidos seguidos sin descanso y Luis Suárez ya lleva 13 sin parar. Mientras Neymar fue reservado contra el Almería. Al uruguayo y al brasileño, el técnico los suele sustituir cuando los partidos están avanzados. Aunque a los implicados no les gusta ser retirados. Neymar tuvo unos gestos feos en el Sánchez Pizjuán pero, según reveló su propio padre, ya se disculpó con Luis Enrique. “Ya han hablado y se entendiero­n. Está todo en paz. Es joven y está aprendiend­o. Seguro que dentro de poco tendrá en cuenta estas lecciones”, explicó Neymar sénior a Cuatro. La ley del gol impera en el Barça.

“Han hablado. Está todo en paz. Es joven y está aprendiend­o”, dice el padre del futbolista

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