PROFESOR GAVIOTA

El eslogan del musical: “Este es el bosque en el que te gustaría perderte”. Tal vez. Pero el camino por la jungla de Times Square –en vacaciones de primavera– se convirtió en una jungla repleta de esa especie invasiva llamada turismo de masa. Había semejante atasco en las aceras que R. se jugó el tipo por la calzada.

Reconoce que no pudo evitar que su imaginación especulará sobre quién sería Leslie K. Rememoró a Joe Gould, protagonista del extraordinario relato del periodista Joseph Mitchell, publicado en su primera parte – Profesor

Gaviota– en el número del 12 de diciembre de 1942 del The

New Yorker y, al completo, en un libro de 1964. Mitchell dio con Gould en el Village y se le presentó como el último bohemio: “Los otros están en la tumba, en el manicomio o en el negocio de la publicidad”.

En la puerta del teatro había mucho trajín. R. se dirigió a aquellas personas que, tras hablar con las taquilleras, optaban por esperar y no accedían a la platea. Superada la sorpresa por la pregunta –¿es usted Leslie K.?–, a los apelados les conmovía su iniciativa. Pasaban ya cinco minutos del inicio de la obra, cuando una mujer, que seguía esperando, le sugirió entrar y ver si el asiento estaba vacío.

Era demasiado tarde. En caso de estar ocupada la butaca, debería esperar al final.

Optó por dejar el ticket en taquilla y marchar con la eterna duda. ¿Quién es Leslie K.?