Sara Carbonero se resetea
LaLa periodista y presentadora encara este verano con un nuevo círculo de amistades en el que, más que refugiarse, se ha reinventado en esta nueva etapa de su vida. Mientras su ya exmarido Iker Casillas
daba a conocer por redes sociales a su nuevo grupo de amigos, totalmente ajeno a su pandilla de toda la vida de Getafe (hablamos del músico David Summers, el presentador Christian Gálvez y el techi Chema Alonso), Sara también tiene nuevos ambientes. Tras emitirse la semana pasada el último programa de «Que siga el baile», Carbonero emprende sus vacaciones radiofónicas hasta el inicio del próximo curso. Está más unida a a allegados como la maquilladora Vicky Marcos, el fotógrafo Bernardo Doral o la empresaria Elena Hernández, quien es a su vez íntima de Paula Echevarría.
Con ellos se ha aficionado a asistir a conciertos de flamenco, un arte del que cada vez es más conocedora. No en vano su última entrevista radiofónica fue a Lucía Fernanda, hija de Antonio Carmona y Mariola Orellana, que está despuntando con fuerza como artista. Como adelantó la revista «¡Hola!» acudió también a disfrutar del directo de Estrella Morente y Kiki Morente,
cuyo concierto en el Botánico quedó suspendido por las inclemencias del tiempo. Pero la periodista y su grupo se lo pasaron en grande en casa de la actriz Yolanda Font, que saltó a la fama por protagonizar «Encerrados», una webserie internacional sobre el confinamiento, y su madre Coqui, otras dos de sus nuevas amistades desconocidas hasta ahora como integrantes de ntes de su círculo.
Como incondicional de Sara sigue siendo, además de su hermana Irene, la también periodista Isabel Jiménez, uno de los pilares fundamentales en su vida. La presentadora de Informativos Telecinco es también socia de su firma de moda. Sara es la madrina del hijo de Isabel y juntas han vivido los mejores y los peores momentos. Sara también sigue muy vinculada a la actriz Paula Echevarría, pero en esta etapa sobre todo a Raquel Perera, exmujer de Alejandro Sanz, que como ella ha reseteado su vida tras el divorcio. Sara no necesitaba la lástima de alguien a quien dejó de querer y admirar hace mucho.
Sara se ha aficionado a asistir a conciertos de flamenco, un arte que cada vez valora más