Un fármaco regenera los nervios eréctiles dañados
El tratamiento, de uso tópico, indujo la reparación de estas estructuras y la recuperación de la función en ratas
Investigadores de la Facultad de Medicina Albert Einstein (EE UU) han desarrollado un fármaco tópico que regenera y restaura la función de los nervios eréctiles dañados por la prostatectomía radical, el tratamiento más común para el cáncer de próstata. El fármaco se probó en ratas.
«A pesar de los llamados procedimientos para preservar los nervios, esta cirugía puede dañar estas estructuras cavernosas, que controlan la función eréctil al regular el flujo sanguíneo al pene», explica el colíder del estudio Kelvin P. Davies, profesor de Urología y de Fisiología y Biofísica en Einstein. Señala que alrededor del 60% de los pacientes informa tener disfunción eréctil 18 meses después de la cirugía, y menos del 30% tiene erecciones lo suficientemente firmes para tener relaciones sexuales después de cinco años. La viagra y otros tratamientos similares para la disfunción eréctil rara vez son efectivos en estos pacientes.
Hace una década, el Dr. Sharp sus colegas descubrieron que la enzima fidgetin-like 2 (FL2) frena las células de la piel a medida que migran hacia las heridas para curarlas. Para acelerar la cicatrización de heridas, los investigadores desarrollaron un fármaco «antiFL2»: pequeñas moléculas de ARN interferente (ARNip) que inhiben el gen que codifica FL2. Envasados en nanopartículas de gel y rociados en ratones, los ARNip no sólo curaron las heridas dos veces más rápido que las no tratadas, sino que también regeneraron el tejido dañado. Un estudio del pasado febrero en ratas descubrió que los ARNip también ayudaron a curar las quemaduras alcalinas de la córnea.
Los doctores Sharp y Davies y sus equipos se dieron cuenta de que los nervios lesionados podrían ser especialmente susceptibles a este fármaco silenciador de genes: por razones desconocidas, el gen FL2 se vuelve hiperactivo después de una lesión en las células nerviosas, lo que hace que las células produzcan cantidades copiosas de la enzima FL2.
Evaluaron el fármaco utilizando modelos de rata de lesión de nervios periféricos en los que los cavernosos fueron aplastados o cortados, imitando el daño nervioy so asociado con la prostatectomía radical. El gel de ARNip se aplicó a estas estructuras inmediatamente después de la lesión.
Cuando se aplicó el tratamiento después de una lesión por aplastamiento de un nervio, el tratamiento con ARNip mejoró la regeneración del nervio (recrecimiento) y restauró la función nerviosa como lo muestra la cavernosometría, una prueba en la que se mide la presión sanguínea dentro del eje del pene después de estimular eléctricamente los nervios cavernosos. A las tres y cuatro semanas después de la terapia, los animales tratados tenían una función eréctil significativamente mejor en comparación con los controles. Después de un mes, la respuesta de la presión arterial de los animales tratados fue comparable a la de los animales normales.
Sorprendentemente, incluso después de la rotura de los nervios, el tratamiento indujo la regeneración nerviosa y la recuperación parcial de la función eréctil. Se observaron nervios regenerados en siete de los ocho animales tratados, pero no en ninguno de los animales de control (nervios cortados tratados con ARNip no funcionales). El fármaco siRNA fue capaz de curar espacios de varios milímetros entre los extremos de los nervios cortados, un resultado que antes sólo se lograba mediante un injerto de nervio, según Sharp. «Funcionalmente, el resultado del tratamiento con ARNip fue equivalente o mejor que el injerto de nervios», agregó.